El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que confía en que se resuelva "pronto" el robo de la droga de la Jefatura de Blas Infante, pese a que la investigación no ha dado fruto en siete meses. Se está trabajando "con todos los medios", puntualizó. Como consecuencia del robo, cuatro supuestos narcos están libres por falta de pruebas.
Un caso "muy grave". Así calificó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el robo de los cien kilos de droga de los almacenes de la Jefatura de Blas Infante, el pasado mes de mayo. El ministro se mostró muy confiando en que la investigación de Asuntos Internos "dé resultados pronto", pese a que han transcurrido siete meses desde que ésta se iniciara, sin éxito alguno, y que desde el principio desde el ámbito policial se haya venido reiterando que el caso se resolvería con brevedad, procediendo a la detención de los autores.
En rueda de prensa en Cádiz, Rubalcaba expuso que los agentes encargados de la investigación están trabajando "con todos los medios" a su alcance, "tal y como merece este asunto", que calificó de "muy grave". El caso, sin embargo, ya está teniendo consecuencias judiciales, pues cuatro personas acusadas de narcotráfico han tenido que ser puestas en libertad en los últimos 15 días, ya que los contraanálisis practicados a los alijos intervenidos a tales sospechosos dieron como resultado que las sustancias intervenidas no eran estupefacientes, sino elementos como yeso o harina. Los resultados han obligado a los jueces a dejar a los narcos en la calle, por falta de pruebas hasta que se practiquen nuevos análisis, y, por otro lado, han confirmado las sospechas de que el cambiazo de la droga por sustancias legales se produjo en los almacenes de la Policía.
De hecho, fue uno de estos casos el que desveló el robo. En concreto, el asunto se destapó tras la detención de un joven que fue detenido el pasado mes de febrero en el aeropuerto cuando portaba cinco kilos de cocaína. Sin embargo, el contraanálisis realizado por Sanidad de la Subdelegación del Gobierno determinó que la sustancia no era droga sino harina, lo que hizo sospechar de un posible robo de la droga intervenida.
Precisamente, fue este joven, de Palma de Mallorca, el primero en quedar en libertad por falta de pruebas. De hecho, su juicio, que se iba a celebrar a principios de este mes, fue suspendido a la espera de que se practique un nuevo análisis de la droga. El fiscal pide para el joven 12 años de prisión y será juzgado de nuevo por la Audiencia de Sevilla el próximo 2 de abril.
Asimismo, esta misma semana otros tres supuestos narcos han sido puestos en libertad por el mismo motivo, aunque en este caso aún no se había llegado al juicio, sino que aún estaba en fase de investigación. La causa se remonta a una operación policial en la que se detuvo en la capital hispalense a un ciudadano de origen colombiano con 16 kilos de cocaína y a dos cómplices de éste, que ingresaron en prisión y que han tenido que ser puestos en libertad al practicarse los contraanálisis pertinentes con resultados negativos.
Asuntos Internos lleva ya siete meses investigando las circunstancias que rodean a la desaparición de los estupefacientes depositados, centrándose en los agentes de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco), la única con acceso al almacén policial.
