"El PSOE optó por un capitán experimentado para mantener el barco en la tormenta". La frase de un dirigente veterano, de los que no ocultaban su emoción por la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba , resumen la opción ganadora. Los socialistas jugaban su carta más importante en mucho tiempo y ganó la partida el líder con más experiencia.
Su entrada al plenario ha estado cargada de emoción. Ha habido mucha tensión y no era impostada. El resultado estaba abierto. 22 votos permitirán a Rubalcaba asumir el liderazgo, pero no se sabía de verdad quién iba a ganar. Ha recorrido el pasillo con su jefa de campaña detrás, Elena Valenciano, y al llegar a Carme Chacón se ha detenido y la ha abrazado. Ella ha alzado su brazo en señal de victoria.
Toca cerrar filas y restñar heridas y la crispación ha sido máxima. Rubalcaba sereno, emocionado, sabía que se jugaba mucho. Si perdía, mucho incluso aventuraban que tenía que retirarse. Pero el PSOE lo ha elegido. El PSOE andaluz, con José Antonio Griñán a la cabeza, ha perdido su apuesta. La delegación andaluza estaba dividida y era verdad que no iba a ser decisiva. Estaba neutralizada y rota en dos a favor de Rubalcaba y Chacón. El exvicepresidente del Gobierno ha abrazdo a Griñán. "Compañeros y compañeras esta ha sido la respuesta socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba", ha dicho Griñán.
"Todo esto que veis es por vosotros, por los militantes del Partido Socialista. Somos un partido fuerte, fuerte", ha gritado el cántabro al plenario, "no hay brazos caídos". "Gracias a los que me habéis votado y gracias a los que habéis votado a Chacón. Gracias Carme", ha dicho, "por tu trabajo esta semana, por tu discurso de hoy". La catalana no ha podido contener las lágrimas. También ha rendido su particular homenaje al socialista andaluz Alfonso Perales, "lo hecho mucho de menos, mucho de menos". Su victoria se la ha ofrecido también a Felipe González, Joaquín Almunia y José Luis Rodríguez Zapatero. "Aspiro ser como ellos. Lo importante no es llegar, sino saber salir".
