Rubalcaba justificó su segunda visita a Sevilla en campaña arguyendo que la capital andaluza "es muy importante" en términos de delegados, y apostilló que se siente "socialista andaluz" desde que salió elegido diputado por la provincia de Cádiz en la pasada legislatura. A pesar de las graves diferencias y disputas internas vividas en el PSOE sevillano para elegir los 55 delegados, Pérez Rubalcaba optó por no valorar las tensiones -la Ejecutiva provincial de José Antonio Viera le apoya pero desde la regional se forzó el nombramiento de delegados afines a Chacón- y se limitó a afirmar que está "plenamente convencido" de que cada delegado "depositará su voto en conciencia y votará lo que crea mejor".
Pese a este apoyo encubierto de la Ejecutiva regional a su rival, aunque la posición oficial es la "neutralidad activa", el exvicepresidente del Gobierno negó que se siente poco respaldado por el secretario general del PSOE-A y presidente andaluz, José Antonio Griñán. "Está cumpliendo con lo que dijo, es el presidente del próximo congreso federal y como tal, con razón, va a ser neutral", alegó. Griñán, que encabeza la lista de los 55 delegados del PSOE sevillano al congreso, no acudió a la reunión, aunque sí lo hizo su número dos, Susana Díaz, a la que muchos atribuyen las maniobras del congresillo contra el apoyo de la Ejecutiva provincial a Rubalcaba.
elecciones andaluzas. El candidato a la secretaría general explicó que el objetivo de la reunión era "abrir un debate que sea fructífero para explicar con profundidad los asuntos y también escuchar lo que los delegados tengan que decirme". Si bien también aludió a elecciones andaluzas del 25 de marzo, que definió como la "gran prioridad" para el PSOE y que también marcará el congreso federal del que deberá salir "un partido fuerte y solvente" para "contribuir" al triunfo de Griñán que los sondeos auguran difícil.
Por ello, insistió en que el congreso es un elemento más, muy importante, "de una estrategia política" para conseguir que Griñán siga siendo el presidente de Andalucía, uno de los pocos feudos que aún conservan los socialistas. Defendió que "hay razones para sentirse orgulloso" de su trabajo porque, en estos momentos difíciles, está haciendo un esfuerzo para demostrar que "hay una salida distinta de la crisis de la que plantea la derecha", y que combina "ajustes, con inversión para buscar la creación de empleo" sin "un solo retroceso" en derechos fundamentales.