El director deportivo del Betis, Vlada Stosic, anunció a principios de la semana pasada que las primeras novedades en cuanto a fichajes se conocerían en "diez o quince días". No habrá sin embargo que esperar tanto, ya que el segundo de los refuerzos en general (después de Agra) y el primero del mercado veraniego es cuestión de horas. Rubén Pérez, centrocampista astigitano de 23 años cuyos derechos federativos pertenecen al Atlético de Madrid, se someterá hoy mismo al preceptivo reconocimiento médico previo a la firma de su contrato, que en este caso será de cesión, lo cual lo convierte también en el exponente de lo que espera a los béticos en este largo mercado estival: fichajes de bajo coste, cero si es posible y cedidos en un número considerable.
La economía no da más de sí en un club que está a punto de salir del concurso de acreedores pero que lo hace para comenzar a afrontar entre ocho y diez años de importantes restricciones, ya que deberá dedicar unos 7 millones de euros de su presupuesto anual a satisfacer su multimillonaria deuda. O cesiones o jugadores cuyos contratos acaben el 30 de junio. Rubén Pérez responde al primero de esos perfiles, ya que todavía le quedan cuatro años de relación laboral con el Atlético (firmó hasta 2016) pero no cuenta nada de nada para Diego Pablo Simeone, como tampoco contó para los últimos técnicos rojiblancos, de ahí sus cesiones al Deportivo de La Coruña (temporada 2010-11) y al Getafe (2011-12).
Rubén Pérez participó el sábado como invitado estrella en el I Encuentro del Fútbol Ecijano, en el estadio municipal de San Pablo, y a primera hora de la tarde de este lunes se presentará en Sevilla, en la clínica Infanta Luisa, para ponerse en manos de los médicos del Betis. Luego, si no hay sorpresa de última hora, firmará su contrato como verdiblanco. El acuerdo entre Atlético de Madrid y Betis es casi total. El ‘casi' se debe a la opción de compra por parte el Betis en caso de que el futbolista convenza con su rendimiento y el club de La Palmera quiera adquirir sus derechos una vez concluya la cesión, el 30 de junio de 2013.
La llegada de Rubén Pérez no elimina la posibilidad de que el Betis fiche otro centrocampista para paliar la marcha de Iriney y reforzar una zona en la que sólo hay dos indiscutibles: Beñat y Cañas. Salva Sevilla y Matilla son perfectamente transferibles o cedibles, valga la expresión. El siguiente, en todo caso, puede ser un extremo y no un medio: Franco Jara.
