Rubén Plaza, del Liberty Seguros, se proclamó ayer campeón de España de fondo al superar en la subida a la Cueva de El Soplao (Cantabria) a Tino Zaballa, del Paredes; a Mikel Astarloza, del Euskaltel; y al principal favorito, Alejandro Valverde, del Caisse d'Epargne, equipo que controló.
Plaza, que ya consiguió el viernes el bronce en la prueba contrarreloj, cubrió los 196 kilómetros de recorrido entre Comillas y El Soplao con un tiempo de 4 horas, 49 minutos y 57 segundos.
En una carrera dominada de principio a fin por los hombres del Caisse d'Epargne, que lanzaron hasta el último momento a Valverde, el alicantino sorprendió en los metros finales al corredor murciano, que sólo pudo ser cuarto, tras Zaballa y Astarloza.
El Campeonato de España se presentaba como una cita propicia para la autoafirmación de Valverde, que dentro de una semana se tendrá que conformar con ver el Tour por televisión, ya que el Comité Olímpico Nacional Italiano le prohíbe competir en las dos etapas de la cita gala que discurren al sur de los Alpes.
Sin embargo, las rampas de El Soplao cambiaron el guión y depararon un final para la reivindicación de "los desterrados", por utilizar el adjetivo empleado por Tino Zaballa nada más cruzar la meta para describirse a sí mismo y al nuevo campeón. Los dos tuvieron que mudarse a equipos portugueses tras la sacudida que supuso para el ciclismo español la Operación Puerto. Un golpe de efecto que rompió los planes del Caisse d'Epargne, que acudió a Cantabria con 16 ciclistas y un solo objetivo: controlar la carrera para que Alejandro Valverde impusiera su ley en El Soplao.
El equipo dirigido por Eusebio Unzúe dominó en todo momento la carrera, con representantes en todas las escapadas importantes del día, como la fuga de 22 corredores que se produjo nada más tomar la salida en Comillas y en la que logró meter a cuatro efectivos, entre ellos a José Iván Gutiérrez y a Óscar Pereiro.
El primero de ellos y su compañero David López entraron en una criba de cuatro hombres, con Óscar Pujol (Cervélo) y Javier Megías (Fuji) que lanzó su ofensiva a unos 50 kilómetros para el final. El Euskatel tomó entonces el relevo para neutralizar al cuarteto.
Logrado el objetivo, la decisiva subida a la Cueva de El Soplao vivió los ataques de Igor Antón, Carlos Barredo y Mikel Astarloza, pero fue Rubén Plaza quien asestó el golpe definitivo.
