Nunca podrá saberse hasta dónde habría llegado Rubens si no hubiera tenido una carrera deportiva tan condicionada por los problemas físicos. Porque clase no le falta, como volvió a demostrar en los 1.500 metros del Premio Cría Nacional, en los que el producto de la Yeguada Cortiñal se impuso con una insultante superioridad, cosechando su segundo triunfo del invierno y presentando credenciales más que suficientes para ser tenido muy en cuenta en la milla del Gran Premio de Andalucía, la prueba estelar que el 12 de febrero culminará la temporada en el Gran Hipódromo de Andalucía.
Banbu, escoltado inicialmente por Feitizo, se encargó de marcar el paso en la carrera, mientras Rubens galopaba cómodamente junto a Camuray, su gran amenaza. En los últimos trancos de la única curva del recorrido, Rubens pasó decididamente al frente, mientras Corcubión, que cerraba el escueto lote de seis unidades, recortaba varios cuerpos por el interior.
Sin embargo, el de Pereira poco podría hacer para dar alcance a Rubens, que se fue disparado en busca de la herradura de meta, a la que llegó con más de cuatro cuerpos de ventaja. Banbu se colgó un meritorio bronce mientras Camuray terminó muy atrás.
Julien Grosjean no sólo ganó con Rubens sino que firmó el único doblete de la reunión, ya que antes se había impuesto con similar autoridad a lomos de Coqueta en los 2.100 metros del Premio Estadio Deportivo, que estaba reservado a las yeguas. Ramallah se puso en punta marcando un ritmo exigente, pero se quedó sin fuerzas cuando llegaron los hectómetros definitivos.
La yegua que realmente va camino de hacerse un nombre en el turf español es Vereda, que hizo buenos los pronósticos que la apuntaban como favorita para el Premio Grupo Sánchez Noriega (1.600 metros para ejemplares de tres años), en el que a la hora de la verdad no halló rival alguno.
Óscar Ortiz de Urbina, el jockey encargado de conducirla, tiró de riendas conteniendo sus ganas de galopar hasta mediada la recta final, cuando ya le dio libertad para irse a ganar con facilidad. El remate de Esgues hizo que venciera por menos de un cuerpo, pero su triunfo nunca peligró.
La llegada más apretada se vio en el Premio Cruzcampo, en el que Covelo, con una formidable conducción de David Delgado, se impuso en los metros finales a Blanca de Navarra y Gamberro.
La reunión arrancó con el paseo que se marcó Turrialba en el Premio Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
