El enfrentamiento entre los empleados de la fábrica sevillana de Central Lechera Asturiana (CLAS) y la dirección a causa del expediente de regulación de empleo (ERE) parece estar llegando a su fin con el anuncio del alquiler de la factoría por parte de Nueva Rumasa. Este arreglo no salvaría todos los empleos, pero si garantizaría a los restantes trabajo para los próximos cuatro años.
"Personalmente, como presidente del comité de empresa, yo tengo un pellizco en el estómago", declaraba el viernes Antonio Escudero, empleado de la fábrica de Central Lechera Asturiana en Sevilla, a la salida, "porque aunque ahora se han asegurado una serie de puestos de trabajo para los próximos cuatro años, va a haber una serie de despidos improcedentes que al final la empresa va a camuflar dentro del ERE".
Escudero se refería a que tan sólo 67 de los empleados de la factoria sevillana de yogures y postres pasarían a trabajar para Nueva Rumasa. En cuanto al resto, los mayores de 55 años serán prejubilados, como recogía en su momento el expediente de regulación de empleo presentado por CLAS, y los demás se llevarán una indemnización equivalente a cuarenta días de empleo. "Pero cuarenta días no son cuarenta y cinco, que es lo que correspondería por despido improcedente", se lamentaba.
Esta reflexión la hacía el viernes, justo después de la reunión con los sindicatos en la que se aprobó el preacuerdo por 43 votos a favor frente a 16 en contra por el cual los trabajadores de CLAS en aceptaban las condiciones antes descritas. En contrapartida, los 67 supervivientes contarán, según el comité de empresa, con la garantía por parte de la nueva empresa de que en esos cuatro años no se producirán nuevos expedientes reguladores ni despidos de ninguna clase. La noticia del acuerdo entre Central Lechera Asutriana y el Grupo Ruiz Mateos no ha sido confimada por ninguna de las dos empresas.
Fuentes de Central Lechera Asturiana anunciaron a través de la agencia Europa Press que hasta que no se firme un acuerdo definitivo no harán público el contenido ni "quién es el grupo interesado". Asimismo, afirmaron que este asunto será tratado la próxima semana en el consejo de administración de la Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), propietaria de la marca CLAS.
Este periódico trató de ponerse en contacto con fuentes del Grupo Ruiz Mateos que confirmasen el acuerdo, pero desde la empresa se emplazó a la próxima semana para obtener cualquier información al respecto.
La información trascendió la mañana del viernes por las declaraciones de representantes sindicales de UGT y CC.OO. Según declaron a la agencia Europa Press, el Grupo Ruiz Mateos alquilará la fabrica por un periodo de 4 años y con opción a compra. En caso de que al final del periodo no desee adquirir la fábrica o pretenda durante este hacer cualquier tipo de reestructuración de plantilla, los trabajadores pasarán a cobrar 40 días de salario bruto por año trabajado.
