En total, trabajan unas 80 personas en el tajo de la Encarnación, según confirmó la empresa, el doble de lo que habitualmente se podía ver en la plaza. Además, por primera vez se trabaja en todos los parasoles, para lo que se han instalado unas estructuras de andamiaje muy espectaculares e imprescindibles para el montaje del pino finlandés que recubre cada una de las setas.
Ayer mismo, los operarios se afanaban en montar la última de las estructuras metálicas, en la esquina con la calle Imagen. Además, la instalación de una gran grúa el pasado día 13 obligó a cortar el acceso de los vehículos a la plaza de la Encarnación por Laraña y José Gestoso, un corte que no afecta a los garajes de la zona.
Con todo, los vecinos dudan del último plazo dado. "Sólo en desmontar estos andamios tardarán un mes o más. Esto no va a estar para el 31 de diciembre", comentaban ayer a las puertas del mercado provisional. Uno de los obreros incluso lo tenía claro: "El montaje de la madera acabará en marzo. No antes".
Según los responsables del proyecto (en la Encarnación habrá 2.500 metros cúbicos netos de madera que pesan 1.375 toneladas), el pino de los parasoles 1 y 2 ya está en Sevilla, pero los de la 3 y 4 aún están en camino, mientras que el de las setas 5 y 6 están casi al completo. Cada semana llegan de Finlandia a Alemania, al menos, dos transportes con madera para cortar.
En Sevilla se liman las asperezas que pueden llegar de Alemania (donde se corta y se baña para que no tenga insectos, moho ni termitas), se da la imprimación para pegar el poliuretano (aislante) que protege la madera y se pinta de color marfil. Al día salen de la nave de Sacyr unas 30 piezas, de las 3.500 totales. Según los expertos, una vez que se han solventado los problemas de diseño, la instalación de la madera es como la realización de un gran meccano. Lo último será recubrir el puente que conecta el parasol de Puente y Pellón.
En cuanto a la comercialización de los locales, por ahora la empresa recopila posibles inquilinos para hacer una selección. Tiendas de moda y de telefonía copan gran parte de las ofertas.
Por otro lado, el Antiquarium está en obra y no se inaugurará hasta la primavera. Transformar el subsuelo de la plaza en un museo costará 4,2 millones de euros y necesitará seis meses.
Lo que sí estará antes de Navidad será la nueva plaza de abastos. Los 39 placeros ya tienen las llaves de su nuevo mercado bajo los parasoles, así que en breve empezará la mudanza, que durará entre 4 y 6 semanas.
El Consejo Consultivo dictaminó en contra de la segunda modificación presupuestaria del proyecto (de 30 millones), pero el Consistorio decidió seguir adelante y acabar la obra que, por ahora, ha costado 89,7 millones (38,5 más de lo previsto).
Alfredo Sánchez Monteseirín: «La fecha dada se cumplirá»
"Lo acordado es lo acordado". El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), está convencido de que, pese a las reticencias del propio arquitecto del proyecto, el último plazo dado por Sacyr para acabar la Encarnación "se cumplirá".
Sánchez Monteseirín recordó ayer en rueda de prensa que la fecha dada por la empresa constructora para terminar el Metropol Parasol es el 31 de diciembre de 2010. Sin embargo, el arquitecto alemán Jürgen Mayer no garantizó el pasado lunes que los trabajos vayan a estar listos antes de 2011. "Son pocos meses", respondió a la pregunta de si el proyecto estaría terminado para el 31 de diciembre. No obstante, el arquitecto señaló a este periódico que Sacyr hará "todo lo posible por que acabe".
Ante estas declaraciones de Jürgen Mayer, tras el acto de entrega de las llaves del mercado de abastos a los placeros en Salón Colón del Ayuntamiento, el alcalde sólo contestó que él "tendrá su opinión".
El último modificado presupuestario pactado entre Sacyr y el Ayuntamiento recoge que la obra debe acabar el 31 de diciembre para que todas las instalaciones del proyecto puedan estar en servicio en el primer trimestre del próximo año. El Metropol Parasol fue seleccionado en 2005 y el primer plazo oficial que se dio para la inauguración fue junio de 2007. Esa fecha se mantuvo mientras duraron los trabajos de cimentación. La segunda fecha que se anunció fue primavera de 2008, a la que siguieron el último trimestre de 2009 y los primeros meses de 2010. Las obras acumulan un retraso de tres años, tres y medio si se cumple la última previsión.
