La empresa Sacyr, concesionaria del proyecto urbanístico Metropol Parasol, ubicado en la Plaza de la Encarnación de Sevilla, ha incidido en la compra por parte de la entidad de una silla de ruedas y una 'oruga' salvaescaleras para todas aquellas personas con discapacidad que quieran acceder a las instalaciones, después de que la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz haya emitido una resolución tras una queja abierta de oficio por la institución por los problemas de accesibilidad que el espacio plantea para este colectivo.
Una portavoz de Sacyr ha expuesto a Europa Press que, asimismo, las competencias a la hora de realizar cualquier tipo de modificado en el complejo corresponden en todo caso al Ayuntamiento hispalense y al arquitecto alemán Jürgen Mayer, siendo la empresa, en tal tesitura, la ejecutora de estas reformas.
En la resolución, el Defensor, José Chamizo, critica estos problemas, concluyendo que el diseño de la edificación no se ha ajustado --ni las ha respetado en su totalidad-- a las previsiones recogidas en la Ley de Atención a las personas con discapacidad en Andalucía, en cuyo articulado se dispone que en todas las actuaciones que se realicen por cualquier entidad pública o privada en materia de edificación "se garantizará a las personas afectadas por cualquier tipo de discapacidad física la accesibilidad y utilización de los bienes y servicios de la sociedad".
Resulta "injustificable", según la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, que una manifestación de la arquitectura contemporánea "que pretende ser una obra de referencia y cuyo proyecto de selección se efectuó a través de un concurso público, inaugurada en 2011, se diseñe y se ejecute conteniendo peldaños y rampas que impiden que las personas discapacitadas accedan sin necesidad de apoyo técnico y con autonomía a los distintos espacios de uso público de este edificio".
Los problemas detectados por el Defensor del Pueblo Andaluz eran de tal índole que aun cuando el ascensor llega hasta la zona del mirador, las personas discapacitadas usuarias de sillas de ruedas solamente pueden transitar un reducido espacio en las cercanías del mismo, encontrándose a continuación con escalones que impiden acceder al resto de los caminos peatonales; así, "se carece de itinerarios practicables para personas con movilidad reducida que permitan acceder a la totalidad de las instalaciones".