La cuenta del proyecto de la Encarnación sigue engordando y amenazando con dar otro tijeretazo más a las maltrechas arcas municipales. Para que los sevillanos puedan subir gratis al restaurante-mirador del Metropol Parasol, la empresa constructora Sacyr reclama al Ayuntamiento 180.000 euros al año, 7,2 millones en los 40 años de concesión. El Consistorio estudia ahora distintas fórmulas (el patrocinio, por ejemplo) para evitar que esa cantidad de dinero salga del bolsillo de los sevillanos.
A esto hay que sumar el alquiler del edificio que ocupa la Delegación de Hacienda -720.000 euros al año- y la subvención por la mejora de los puestos del mercado -unos 200.000 euros anuales-. En total, el Ayuntamiento pagaría más de un millón cada año por un arriesgado proyecto que debió inaugurarse en el verano de 2007.
La obra del arquitecto alemán Jürgen Mayer debió costar 51 millones de euros, pero ya se han aprobado dos modificados presupuestarios -de 8 y 30 millones de euros- que han disparado el gasto a los 90 millones de euros. Por eso, el Ayuntamiento y la constructora Sacyr pactaron a principios de año un plan económico-financiero para corregir tres elementos del contrato de concesión y así cuadrar las cuentas de la empresa.
Según el contrato, una vez que Sacyr acabe la obra podrá explotar durante 40 años el museo, la galería comercial con la plaza de abastos, la terraza de la primera planta, el restaurante-mirador y el número 24 de la plaza, la sede de la Delegación de Hacienda, un edificio que Sacyr podría alquilar para oficinas, hotel o comercios.
Por lo pronto, según lo acordado con el Consistorio, los turistas tendrán que pagar por subir al mirador -aún no se sabe cuánto-, pero los sevillanos no. Habrá que ver de dónde sale el dinero que cuesta subvencionar esto: 180.000 euros al año, 7,2 millones en 40 años.
Además, Hacienda (que no tiene dónde irse porque el edificio de la Gavidia no está rehabilitado por su alto coste) se quedará en la Encarnación pagando de alquiler a Sacyr 720.000 euros al año (60.000 euros al mes).
Según denunció ayer el PP, el pasado 22 de julio, la junta de gobierno local decidió proponerle a la constructora este alquiler, por lo pronto, para cinco años (3,2 millones de euros). Eso sí, el arrendamiento no se hará efectivo hasta que se firme el "acta de comprobación de la ejecución de las obras", es decir, cuando éstas acaben.
Según el portavoz adjunto del PP, Francisco Pérez, este gasto es una "hipoteca" más para el Consistorio fruto de "una operación ruinosa por una mala gestión" de los socios de Gobierno. A su juicio, los "disparates y las mentiras de la Encarnación" no cesan después de que el PSOE e IU asegurasen "que no habría más gastos extras en el proyecto".
Por contra, el delegado de Urbanismo, Manuel Rey, aseguró que los costes de la obra están "totalmente cerrados" tras el último modificado y acusó al PP de "confundir.
"Cualquiera entiende que en plena crisis sería más costoso trasladar el edificio de Hacienda a otra sede municipal", alegó Rey, quien recordó que la concesión administrativa a Sacyr ya preveía la cesión del edificio número 24 de la Encarnación.
"A causa de la crisis económica ha sido imposible rehabilitar el edificio de la Gavidia, donde estaba previsto trasladar Hacienda y la sede de la Agencia Tributaria", admitió el delegado.
Lo cierto es que la decisión del Gobierno local de pagar un alquiler a Sacyr para que Hacienda se quede en su edificio es una importante tabla de salvación para la empresa constructora que, en plena crisis financiera, no tendrá que buscar inquilinos para un edificio que necesitaría una rehabilitación para cambiar de uso.
Por otro lado, el ejecutivo municipal también ha accedido a pagar 340 euros al mes por cada uno de los 40 puestos del nuevo mercado de la Encarnación. Y es que el desfase del coste ha hecho que Sacyr pida 640 euros al mes a cada uno de los placeros.
Sumando todas las partidas, las setas de la Encarnación se comerán 1,2 millones de euros en los presupuestos municipales de los próximos 40 años.
Pero no acaban ahí los gastos extraordinarios. La empresa necesita doce millones de euros más para equipar la galería comercial y las instalaciones que conforman los parasoles. Para hacer frente a este nuevo gasto, Sacyr, según fuentes consultadas, contará con un crédito de Cajasol, entidad financiera que ha pedido como garantía del cobro el alquiler que pagará el Ayuntamiento por el edificio que ocupa la Delegación de Hacienda.
