N. J.
Pese a que en noviembre pararon los trabajos de colocación de la madera que recubre los parasoles de la Encarnación, la empresa constructora sostiene que su intención es "cumplir los plazos". Esa es "la idea", según afirmó Antonio Belmonte, director general de Sacyr en Andalucía, a esta redacción. A su juicio, las obras podrían acabar a final de año.
Mientras que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, admitió ayer un nuevo retraso en los trabajos, los responsables de la empresa defendieron que se sigue trabajando. "Se está avanzando dentro del mercado, se corta madera y se calcula la instalación de ésta", explicó Belmonte, quien añadió que también se trabaja en revestimientos y accesos de la plaza.
Además, Belmonte apuntó que ya se está trabajando para abrir por fases el proyecto, aunque reconoció que existen "condicionantes". La apertura del Antiquarium (la zona donde se expondrán los restos arqueológicos) depende de la ejecución del proyecto, mientras que el mercado de abastos se podrá abrir "siempre que sea compatible con las obras" de los parasoles. De todas formas, defendió que ya se "trabaja en ello y no habrá problemas". Con todo, no hay fecha para estas aperturas parciales.
Así, se abrirán los espacios públicos por fases, "siempre y cuando se salvaguarde la seguridad de los ciudadanos", comunicaron desde la constructora. Eso sí, Sacyr subraya que la construcción se va a ejecutar según el proyecto previsto, que no habrá cambios ni modificaciones, pese a la gran complejidad del proyecto.
El pasado mes de agosto se anunció que en octubre empezarían las visitas guiadas por el Antiquarium, por esa fecha comenzaría también la excavación del ábside y nave central de la iglesia paleocristiana, la otra joya del Antiquarium. Los trabajos de desenterramientos se harán a vista de todos, un valor añadido a la visita. Sin embargo, nada de esto ha llegado. Por ahora, se afronta ya la octava fase de las excavaciones, para la que se incorporó un nuevo equipo de arqueólogos con el objetivo de intensificar el ritmo del trabajo, que comenzaron en 2005.
En cuanto a los retrasos (tras noviembre de 2007 se anunciaron fechas como marzo y finales de 2008), el Ayuntamiento los ha achacado a la complejidad de la obra, a problemas como la selección del material de las cubiertas y el cambio en el museo, al parón de siete meses en 2006 a instancia de Cultura, los tres meses -a finales de 2006- por las lluvias y los dos meses por la Semana Santa y la Feria.
Además de la fecha de la inauguración, otra de las incógnitas del proyecto es su precio. El coste del Metropol Parasol se ha disparado tres años después de su aprobación. Los parasoles y la cripta arqueológíca costarán 70 millones.
