Las reacciones al auto de la jueza Alaya, que abre la imputación de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán fueron cayendo ayer en cascada desde toda la esfera política nacional. Una de las más contundentes vino por parte de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien aseguró que el auto de la jueza evidencia que al PSOE se le ha caído el discurso.
Dicho esto, sí defendió que todos los grupos parlamentarios deben ponerse de acuerdo para pactar el paquete de medidas anticorrupción que anunció Mariano Rajoy para dar a los españoles una respuesta que consista en control, transparencia y cambio y defendió que los partidos políticos no pueden ampararse en el y tú más para buscar el descrédito del partido político rival.
Desde las filas del Gobierno también se pronunció, aunque muy escuetamente, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. En los pasillos del Senado atendió a los periodistas para simplemente manifestar su colaboración y respeto absoluto a la decisión de la jueza Mercedes Alaya y apostillar que desde el Ministerio de Justicia no van a valorar esta petición, como no lo hacen, recalcó, con ninguna resolución judicial. En el mismo sentido, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, manifestó este martes su respeto hacia los procedimientos judiciales. Como española y andaluza quiero conocer la verdad con transparencia para que se sepa a qué se dedicaron los recursos públicos de fondos para el empleo y de políticas de ayudas a los desempleados en Andalucía, señaló la ministra.
Otro peso pesado de la política nacional que se pronunció fue el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Al igual que Gallardón, fue cuestionado por el auto minutos después de que saliera a la luz pública y reconoció que no lo había leído todavía. Por lo tanto, optó por no pronunciarse aunque sí mostró su respeto a las decisiones judiciales. No lo he leído, cuando lo leamos, si tenemos algo que decir, lo diremos y en todo caso, como habitualmente hago, respeto, faltaría más, a la acción de la Justicia, explicó en los pasillos del Congreso al término de la reunión que mantuvo con los diputados y senadores socialistas con motivo del inicio del periodo de sesiones.
Desde las filas de Izquierda Unida, el senador José Manuel Mariscal solicitó celeridad a Alaya para que el proceso deje de usarse políticamente y mantuvo que no le incomoda que el expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán llegue a senador estando imputado. Somos una fuerza política autónoma y tenemos nuestra línea política a nivel nacional que es sustancialmente distinta de la del PSOE a nivel federal. Además, Mariscal ironizó sobre la enorme capacidad para enmarcar y entender los tiempos políticos de la jueza Mercedes Alaya, pero añadió que la Justicia tiene que actuar, al tiempo que el nuevo Gobierno andaluz tiene que gobernar.
Por último, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, defendió ayer durante una rueda de prensa la presunción de inocencia de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán asegurando que este principio constitucional lo defiende para este y todos los casos en los que hay personas imputadas.
