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Salamanca-Betis: regreso a la escena del crimen

El Betis visita hoy otra vez el Helmántico. La última vez fue en la penúltima jornada de la pasada campaña y aquel 1-1 acabó dejando al conjunto verdiblanco sin ascenso.

el 23 oct 2010 / 19:43 h.

No es 13 de junio, no habrá 8.000 béticos en las gradas y una victoria no lo dejará a las puertas del ascenso, pero el escenario es el mismo, el estadio Helmántico, y el recuerdo de lo sucedido hace apenas cuatro meses y once días está demasiado próximo como para que el Betis lo pase por alto en su retorno al lugar donde se dejó la posibilidad de retornar a Primera. El conjunto verdiblanco visita al Salamanca y por tanto vuelve a la escena donde cometió el crimen de empatar cuando tenía todo a favor para culminar su increíble remontada de la segunda vuelta. Un triunfo le hacía depender de sí mismo en la última jornada contra el Levante, pero falló. Fernando Vega se marcó un autogol tras una jugada del hoy bético Salva Sevilla, Odonkor empató, el Hércules venció al Rayo en el último minuto y el ascenso empezó a ser una utopía delante de los miles y miles de béticos que en éxodo masivo recorrieron la Ruta de la Plata para asistir a lo que, pensaban, sería un día histórico.

Sólo han transcurrido cuatro meses desde aquella mala tarde y la vida ahora es muy distinta. En los banquillos ya no se sientan Jorge D'Alessandro y Víctor Fernández, sino Óscar Cano y Pepe Mel. En el Betis ni siquiera están Manuel Ruiz de Lopera y José León, sino Luis Oliver y Jaime Rodríguez Sacristán como presidente. El Salamanca no se juega la permanencia, sino la posibilidad de superar al líder, a la sazón su contrincante. Y el Betis, como queda dicho, es el primero. Tanto han cambiado las cosas en este cuatrimestre que de los catorce jugadores verdiblancos que intervinieron en aquel encuentro sólo tres repetirán hoy como titulares: Goitia, Nacho y Juande.

El once inicial de Pepe Mel es uno de los grandes atractivos de este Salamanca-Betis de la novena jornada, que no de la penúltima, como en junio. El técnico se ha pasado media semana practicando con un 4-3-3 porque en ese dibujo caben sus tres elementos más determinantes: Emana, Rubén Castro y Jorge Molina. Un esquema tan ultraofensivo equivale a prescindir de las bandas para que en esos dominios se muevan Emana y Rubén, pero los ensayos no debieron de dejar muy convencido al míster verdiblanco, que el viernes ya adelantó que la acumulación de delanteros no tiene por qué hacer mejor a un equipo. Y además se escudó en el déficit físico de Jorge Molina, recién regresado a la competición tras mes y medio en blanco por un esguince de rodilla.

Si Mel no elige ese sistema de tres mediocentros y tres atacantes, la duda está servida, sobre todo en las bandas, ya opte por el 4-4-2 o el 4-2-3-1. Momo aparece en la lista y tiene el puesto garantizado, pero Israel perderá el sitio y ya no hay más alas en la convocatoria. Lo que Mel pierde en la cal lo gana en el banquillo, donde dispondrá de recursos de sobra, consecuencia lógica de la recuperación de cuatro futbolistas: Emana e Iriney, que ya cumplieron sus sanciones; Belenguer, restablecido de sus problemas musculares; y Salva Sevilla, a pesar de la fractura de un hueso de su mano izquierda. De los habituales se caen Ezequiel, con gripe, y Cañas, que pasa de titular a no convocado. Caffa y Juanma tampoco viajaron y Fernando Vega sigue en el ostracismo más absoluto, como Rodri.

RAYO Y CELTA TROPIEZAN. Mel redibujará su once para enfrentarse a un Salamanca que también es otro. Ha ganado sus cuatro encuentros fuera de casa e iría líder de no ser por su irregularidad en el Helmántico (una victoria, dos empates y una derrota). Un triunfo hoy, de hecho, colocaría a la Unión por delante del Betis. Y al revés: si el Betis satisface la cuenta pendiente que tiene en la ciudad de las dos catedrales, reforzará su liderato y además no tendrá compañía: el Rayo Vallecano y el Celta son colíderes, pero ayer se dejaron dos puntos cada uno al empatar en casa con el Recreativo (0-0) y el Granada (1-1) y su ventaja sobre el equipo de Mel es mínima. El liderato provisional no compensaría el daño que le hizo el empate de aquel 13 de junio, pero algo es algo.

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