La vicepresidenta económica, Elena Salgado, aseguró ayer que "hasta la última caja de ahorros" aprobará la nueva ronda de test de estrés coordinados por la UE, cuyos resultados se publicarán en junio, gracias a las medidas de recapitalización decididas por el Gobierno. Así lo estimó en la reunión informal de ministros de Economía de la UE en Budapest.
Salgado destacó que las exigencias de capital que introdujo el Gobierno para las cajas no cotizadas se elevan al 10%, mientras que los exámenes exigirán un 5% de capital básico en un escenario estresado. "La diferencia nos permite anticipar que podrán pasar esos exámenes", indicó.
Enfatizó además que la legislación española contempla que si los test de estrés revelan mayores necesidades de capital "están ya disponibles los fondos del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria)". "Esa situación contrasta con la de otros países donde esos mecanismos no están listos".
Preguntada por si resulta viable la continuidad de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en solitario tras la ruptura del Banco Base y la solicitud de 2.800 millones al FROB, la vicepresidenta económica eludió pronunciarse y se limitó a señalar que "sobre el futuro de la CAM, Banco de España y la CAM".
"Las entidades tienen que seguir su camino en dos trozos, por lo tanto en los próximos meses tendrán que adoptarse decisiones adicionales. Pero lo que sí es seguro es que el próximo 30 de septiembre las entidades que estén configurando nuestro sistema financiero, sea cual sea la agrupación que hayan hecho, tendrán que tener un 8% o un 10% de capital, y eso es lo que los mercados valoran", apuntó.
Salgado señaló que en las pruebas de solvencia publicadas en julio del año pasado los bancos españoles obtuvieron "una muy buena nota". Además, España sometió todo su sistema financiero a este examen frente a otros países que sólo analizaron el 50%. De hecho, de las 90 entidades que se examinan este año, 24 serán bancos y cajas españoles.
"Para nosotros la transparencia es un valor fundamental y esa transparencia en el medio plazo nos tiene que beneficiar", indicó la vicepresidenta, que destacó que se trata de un "compromiso voluntario" de España.
"La transparencia es para nosotros un activo (...) Los mercados van a estar muy agradecidos" por ella, apuntó.
Salgado insistió en que no ve "ningún riesgo de contagio" a España de la crisis de Portugal, que forzó al país a pedir el rescate de la UE. "Estamos totalmente fuera de riesgo". De hecho, aseguró que los participantes en el Ecofín "han felicitado a España" por sus reformas, especialmente el número dos del FMI, John Lipsky. "Ha comenzado su intervención diciendo que en los últimos seis meses las noticias positivas más importantes venían de España".
A su juicio, España ha logrado esta "credibilidad" por las reformas pero también elaborando unas previsiones "pegadas a los datos". Así justificó la última revisión al alza del paro. No obstante, Salgado consideró que si se profundiza en reformas como la negociación colectiva, "las previsiones mejorarán".
En esa línea, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, valoró que España ha tomado en los últimos tiempos medidas que van "en la buena dirección" para combatir la crisis y el paro, de las que "han tomado nota los mercados", pero le pidió proseguir con las "políticas de prudencia", señaló.
Trichet recordó que el BCE no puede ocuparse de los problemas nacionales a la hora de decidir la política de tipos de interés. "Somos responsables de la Eurozona en su conjunto de 17 países y 331 millones de habitantes y la estabilidad de precios es a ese nivel", insistió.
Los Veintisiete advierten de que la crisis aún no se aleja
Los ministros de Economía de los Veintisiete admitieron ayer que la UE todavía no ha dejado la crisis atrás y que persisten "riesgos importantes" para la recuperación, especialmente las tensiones en los mercados de deuda y la subida de los precios del petróleo y de las materias primas.
"Todavía no hemos dejado atrás la crisis del todo. Pese a todo el trabajo duro para combatirla, persisten aún riesgos importantes en el horizonte", dijo el ministro húngaro de Finanzas, Gyorgy Matolcsy, tras la reunión, en la que los Veintisiete escucharon el diagnóstico del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y del número dos del FMI, John Lipsky.
La receta de la UE para reducir la incertidumbre es "continuar los ajustes para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas", realizar test de estrés a los bancos que sean "transparentes y creíbles" y tener preparadas ayudas públicas para los que suspendan y realizar reformas estructurales, explicó el ministro.
A medio y largo plazo, la UE debe adoptar medidas para afrontar el problema del envejecimiento y el declive de la población. "De lo contrario, corremos el riesgo de pasar de una crisis corta a otra de largo plazo", avisó el ministro.
Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, afirmó que la recuperación de la economía europea "está ganando velocidad y empieza a ser autosostenible", pero sigue siendo "desigual" y está "rodeada de incertidumbres" por la crisis de deuda, las revueltas en el norte de África y el terremoto y el desastre nuclear en Japón.
Estas incertidumbres "no van a hacer descarrilar la recuperación", pero resulta necesario "contener las turbulencias en los mercados financieros para proteger la recuperación y garantizar que el empleo mejore". Ése es el objetivo, según Rehn, del rescate de 80.000 millones que se concederá a Portugal. También el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, subrayó que existen "riesgos a la baja" para las perspectivas de crecimiento.