España ha pedido a EEUU participar en la reunión del G-20 de septiembre en Nueva York, aunque su objetivo es ingresar formalmente en el grupo. No obstante, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, no precisó ayer cuándo se solicitará. El debate de la silla lo reabrió este fin de semana un ministro brasileño que dijo que España no podría asistir a próximos encuentros.
El debate de la silla de España en las reuniones internacionales en las que se define el futuro de las nuevas reglas del juego económico y las respuestas coordinadas contra la crisis vuelve de nuevo a la primera fila. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, dijo ayer estar "segura" de que España acudirá a la cita de Nueva York y minimizó el hecho de que EEUU no la invitara a participar en la reunión que se celebró el viernes en Washington.
Salgado anunció también que España solicitará "formalmente" el ingreso en el grupo, aunque no precisó cuándo. La ministra de Economía y Hacienda participó este fin de semana en la reunión semestral del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) y afirmó rotunda: "estoy segura de que vamos a estar". Lo hizo después de formular la petición el sábado durante una conversación de unos 15 minutos con el secretario del Tesoro de EEUU, Tim Geithner. "Le comenté la importancia que tiene para España estar en ese foro", dijo sobre su conversación "a solas" con Geithner.
Salgado recordó al secretario del Tesoro que España estuvo en la reunión del G-20, el pasado noviembre en Washington, y en la que se celebró en Londres a principios de abril.
Dijo que también subrayó "la importancia para el G-20 de incorporar la visión de España" por su peso en el contexto internacional.
Restó, por lo demás, importancia a la reunión del viernes que, dijo, sirvió fundamentalmente para preparar el encuentro de ayer del Comité Monetario y Financiero Internacional, principal órgano ejecutivo del FMI.
"Incluso el FMI cuando se refiere al G-20 (en su comunicado) se refiere más bien a los resultados de la reunión de la cumbre de Londres", insistió.
Añadió que, "evidentemente", se consideró que era conveniente convocar la reunión del G-20 porque los ministros estaban en Washington para la reunión del FMI e indicó que Geithner le había dicho que la ausencia de España se debió a "una cuestión de formato reducido".
Reconoció, de todos modos, que Geithner no le prometió nada sobre septiembre y que se limitó a escuchar sus argumentos. "A España le hubiera gustado ser invitada, pero las cosas tienen la importancia que tienen", destacó, para añadir que "lo importante para nosotros es estar en la reunión del G-20 de Nueva York".
Salgado salió así al paso de las declaraciones realizadas el sábado por el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, quien dijo inicialmente que España no podrá participar en futuros encuentros del G-20 porque no es miembro del grupo y porque no se puede continuar la práctica de invitar a países adicionales. Sin embargo, más tarde, en unas declaraciones junto a Salgado, matizó que su país no se opone a la participación española en ese foro, pero que deben definirse las normas que regulan la presencia de países en las cumbres.
Salgado anunció también durante su encuentro con la prensa que España aportará 4.100 millones de euros al FMI como parte del acuerdo alcanzado en la cumbre del G-20 de Londres para potenciar los recursos de la institución. Los fondos ascienden a 5.400 millones de dólares de los 100.000 millones a los que se ha comprometido la UE.
