Santa Ana salió ayer en una noche calurosa y con una plaza de la Constitución menos concurrida que otros años al caer la festividad en domingo. Como ya ocurriera el año pasado, el recorrido se cambió para pasar por la calle Melliza y homenajear a la Virgen de la Estrella de la Borriquita.
La patrona de la ciudad salió una vez más desde la parroquia Santa María Magdalena ante la admiración de los ciudadanos de Dos Hermanas, que soportaron el calor hasta medianoche, cuando el paso volvió a entrar en la céntrica parroquia. La procesión ofreció una imagen muy solemne y, como cada año, fue escoltada por la banda municipal que lleva su nombre.
Al algunos les sorprendió la tranquilidad, pero no a los más veteranos que saben que la salida es íntima cuando el 26 de julio cae en domingo, aunque para la entrada se unieran más devotos a su regreso de las playas.
Desde hace más de tres décadas, la Abuela de la ciudad soporta las altas temperaturas de julio, y ofrece el comienzo de las vacaciones para muchos nazarenos, que consideran la salida de Santa Ana como el último de los actos importantes del año en el municipio. Con ella acaban todas las velaítas de los barrios hasta septiembre, incluida la que estos días se ha colocado en la plaza del Arenal y que ha durado hasta altas horas de la noche. Aún se prolongó más tiempo ayer ya que muchos fueron los nazarenos que, tras ver entrar a la patrona, se tomaron la última copa en el Arenal antes de irse a casa.
La hermandad quiso adornar este año a Santa Ana con el manto que la corporación del Gran Poder le regaló a la patrona, en agradecimiento por la acogida durante el tiempo que duraron las obras de su sede. Y como no podía ser de otra forma, en una hermandad de penitencia como el Gran Poder, el manto obsequiado era de terciopelo morado, bordado en oro con los escudos de las hermandades de Santa Ana y el Gran Poder. También lució bordado en hilos de seda unos jazmines, como símbolo de la Santa.
Bordeando el manto hay una greca o friso que lo orla y que está inspirado en las ráfagas de plata de la patrona.
Todo ello realizado por las hermanas bordadoras del taller Antonio Fernández Pérez, y que le daban a la Abuela una imagen muy clasico durante todo el recorrido.
El trayecto fue modificado de nuevo para pasar por la calle Melliza, como ya se hizo en julio de 2003 con motivo de las bodas de plata de la fundación de la hermandad de La Borriquita de Dos Hermanas. Aunque esta vez pasaron por dicha calle como homenaje al 50 aniversario que cumple la Virgen de la Estrella, titular de la misma corporación.
