La Guardia Civil interceptó a los espeleólogos holandeses a los que se buscaba desde la madrugada del viernes en una cueva de Cantabria después de que uno de sus compañeros pidiera ayuda, cuando ya se marchaban del lugar en una furgoneta sin avisar a los servicios de socorro de que habían salido y estaban bien.
Los cuatro excursionistas, pertenecientes al club de espeleología Netherlands, se habían adentrado el jueves en la cueva Mortero de Astrana por la boca de Rubicera con la previsión de salir sobre las 20.00 horas por la de Astrana, pero se vieron sorprendidos por una corriente de agua cerca de la salida y volvieron sobre sus pasos.
Fue uno de sus compañeros el que alertó a medianoche al 112, desde el exterior, de que no tenía noticias de su paradero, lo que hizo que Protección Civil de Cantabria movilizara a su equipo especializado en rescate en cuevas, que se adentró en la cavidad de madrugada, según informó el Gobierno de Cantabria.
El viernes por la mañana, a una hora que aún no se ha precisado, los cuatro ciudadanos holandeses, tres mujeres y un hombre, salieron por su propio pie de la cueva y se marcharon sin avisar a nadie, mientras el equipo de rescate seguía buscándolos en otra galería.
Fuentes de los equipos de socorro indicaron que dos de los cuatro excursionistas no tenían experiencia en este tipo de actividades y que el grupo no iba provisto de trajes de neopreno. Esas circunstancias y el hecho de que se marcharan sin avisar a nadie tras haberse montado un operativo de rescate han hecho que el Gobierno de Cantabria estudie la posibilidad de obligarles a pagar los gastos de la operación.
