La Consejería de Salud anunció ayer que creará esta legislatura once nuevas unidades de cuidados paliativos para tratar a enfermos terminales.
Esta actuación se enmarca dentro del impulso a la Ley Reguladora de la Dignidad de las Personas ante el Proceso de la Muerte que prepara la Consejería.
De esta nuevas unidades, tres serán de ámbito hospitalario y las otras ocho serán para atender a enfermos terminales en sus propios domicilios.
Precisamente, el fomento de esta práctica -para garantizar que el paciente muera en su casa y sin dolor- es uno de los dos puntos clave de la futura normativa junto al refuerzo del testamento vital, documento en el que una persona puede indicar qué tratamientos rechaza para que se prolongue su vida artificialmente si en algún momento no tiene voluntad para decidir.
En Andalucía, ya hay 13.000 personas que tienen cumplimentado este testamento vital, una iniciativa que Salud puso en marcha en 2003. La comunidad dispone actualmente de unos 50 dispositivos de cuidados paliativos, sin embargo, muy pocos son domiciliarios y la mayoría están concertados con entes privados.
Según explicó Salud en un comunicado, se trata de garantizar "la continuidad en la asistencia que se ofrece a los pacientes en los distintos servicios sanitarios y en el domicilio". Junto a la asistencia domiciliaria, comenzará a funcionar un teléfono de atención a las cuidadoras de pacientes en situación terminal, a través del que podrán resolver dudas sobre cuidados o sobre la evolución de su familiar.
La consejería avanzó también que ya ha elaborado una guía de sedación paliativa y terminal que recoge la práctica clínica de excelencia en el "proceso de atención a los cuidados paliativos" y planes de formación de profesionales.
