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Salud pone coto a las operaciones de estética

Ningún menor andaluz podrá someterse a una operación de cirugía estética sin que haya pasado antes un examen psicológico que valore su nivel de madurez y descarte desórdenes.

el 15 sep 2009 / 23:29 h.

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M.R.R. / I.C.

Ningún menor andaluz podrá someterse a una operación de cirugía estética sin que haya pasado antes un examen psicológico que valore su nivel de madurez y descarte desórdenes que contraindiquen la intervención, según el decreto que aprobó ayer la Junta.

La consejera de Salud, María Jesús Montero, argumentó con datos la necesidad de regular estas intervenciones en Andalucía: España es el cuarto país del mundo donde se realizan más operaciones de cirugía estética, en Andalucía se llevan a cabo unas 60.000 cada año (380.000 en todo el país), una de cada diez intervenciones es a una menor de edad y se producen complicaciones en un 5% de los casos. Montero detalló también que, aunque la mortalidad en estos casos es baja, se considera "evitable", puesto que se trata de intervenciones realizadas a personas sanas.

Junto al informe a que están obligados todos los menores de edad, el decreto andaluz obligará a las clínicas de cirugía estética a presentar los resultados de cada proceso asistencial en su centro y de sus profesionales y no sólo los datos que recoge la literatura médica sobre cada proceso.

Según Montero, han sido muchos los profesionales que han alertado del progresivo incremento de las operaciones de cirugía estética en menores de edad, sin que a veces tengan la suficiente madurez mental.

El decreto aprobado ayer prevé también la creación de un registro de la actividad de cirugía estética en menores, mientras que los centros tendrán que disponer de una memoria detallada de sus instalaciones, esto es, de si disponen de unidades de reanimación o de UCI ante cualquier complicación que se presente.

Los padres, informados. La norma recoge que los menores deberán recibir toda la información sobre el acto quirúrgico, incluyendo indicaciones sobre los resultados que se esperan, con sus consecuencias y posibles riesgos, las contraindicaciones y las probabilidades de repetir la intervención en el futuro.

Será un profesional ajeno al centro o servicio sanitario responsable quien realice el informe psicológico. Si éste y la valoración médica son positivos, los jóvenes de entre 16 y 18 años podrán tomar la decisión de operarse y firmar el consentimiento informado. No obstante, los padres deberán ser informados y su opinión será tenida en cuenta.

En el caso de los adolescentes de entre 12 y 16 años, son los padres o tutores quienes deben autorizar la operación, aunque se tendrá en cuenta la opinión de estos menores. Sin embargo, si el joven tiene menos de 12 años, la decisión corresponderá en exclusiva a sus progenitores.

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