Salvi maneja una oferta firme del Recreativo. Foto: Rodríguez Aparicio.
Salvador Moya Muñoz es el chico de moda en Regional Preferente. Con 17 años y un futuro de cine, el delantero juvenil del Tomares ha adquirido el papel protagonista gracias a sus goles y a una propuesta formal del RC Recreativo de Huelva. El Decano, el club más antiguo de España y un símbolo en Andalucía, sopesa incorporarlo a su División de Honor juvenil hasta el cierre del ejercicio actual, en el que Salvi era el referente absoluto del plantel aljarafeño que dirige Gabi Hijón. Su brillante singladura en la máxima etapa provincial en edad sénior ha originado su citación con la selección autonómica sub 18, dirigida por Carlos Domínguez y el inefable Manolo Lorca, excoordinador de la UD Rinconada y un amante confeso del fútbol base.
Su padre, Salvador Moya, ejerce de director deportivo en la UD Tomares, el hogar de su hijo hasta que el Sevilla FC decidió reclutarlo para el Andaluza Cadete. En la Carretera de Utrera completó dos campañas. Ya en juveniles, Salvi retornó al conjunto auriazul, en el que en principio fue integrado en el Primera Provincial Juvenil de Juanmi Pérez. Sus números catapultaron a la UD a un liderato en el que continúa gracias al mullido colchón que acumuló durante la etapa más prolija del 9, que hasta su marcha al sénior celebró 26 dianas, el récord del torneo y, a la postre, su aval para que Gabi Hijón confiara en su promoción hacia la primera plantilla, en la que ha festejado 7 en 5 compromisos de Liga. El último, ante uno de los aspirantes al ascenso.
En su última aparición, José Wanceulen, uno de los cazatalentos del Decano con pasado bético y sevillista, decidió anotar en su libreta el nombre de un chico que la próxima semana viajará a Huelva para probar fortuna con el primer juvenil albiazul. Su familia, criada en un ambiente futbolístico, prefiere ir con pies de plomo, pero los gestos desvergonzados de aquel mediapunta infantil que marcaba a la velocidad de la luz han convencido a la Sevilla futbolera. Su aparición supone, sin duda, un gesto a la regeneración de una competición, la Regional Preferente, rejuvenecida gracias a la valentía de la nueva hornada de técnicos que buscan savia nueva con la que soñar.
