Samuel, que en todo momento ha usado un un tono desafiante con el fiscal y los abogados, cuyas preguntas no ha dejado de intentar cortar o corregir, ha dicho que en su día admitió haber ayudado a tirar a Marta "bajo coacciones" de la Policía y ha recalcado que sabía que "aún firmando esas declaraciones yo podría demostrar que todo era falso". "La Policía me dijo paso por paso lo que tenía que decir y yo solo tenía que asentir con la cabeza". Ha asegurado que los investigadores incluso le pintaron, "con un boli bic azul", el lugar del puente de Camas desde el que tenía que decir que habían arrojado a Marta al río Guadalquivir y ha añadido que la coacción policial se llegó a manifestar en forma de "agarrones de cuello" y "golpes", además de las amenazas a su familia que ha denunciado varias veces durante la instrucción del caso.
Samuel, que ha calificado de "totalmente mentira" la versión que Miguel dio ayer, en la que lo acusaba de haberse llevado el cuerpo en un coche, ha aventurado que Miguel lo acusó porque supo que él había accedido a la petición de la Policía de intentar sonsacarle datos del crimen. Lo que no ha sabido explicar es por qué hasta que la Policía se lo pidió no le pidió explicaciones por sí mismo a Miguel, pese a que ha admitido que le resultó extraño que él no participara en la búsqueda de Marta, a la que el propio Samuel se unió sobre las tres o las cuatro de la madrugada.
La tercera sesión del juicio por la desaparición y el presunto asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo ha comenzado a las 10.25 horas de este miércoles con la declaración de Samuel Benítez, para el que la Fiscalía pide tres años de cárcel por un delito de encubrimiento y otros dos años por un delito contra la integridad moral por haber acrecentado el dolor de la familia al ayudar a ocultar el cadáver de Marta.
Tras la declaración de Samuel ahora comparece el hermano de Miguel Carcaño, Javier Delgado. La última en hacerlo será su novia, María García.
El Ministerio Público solicita para el hermano de Carcaño tres años de prisión por el delito de encubrimiento, tres años por un delito de amenazas al Cuco, y dos años por el delito contra la integridad moral, mientras que para María pide tres años de cárcel por un delito de encubrimiento y dos por un delito contra la integridad moral.
