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“San Diego no tendría zonas verdes si éstas dependieran del Ayuntamiento”

Ángela Ponce Orta es la presidenta de la Intercomunidad San Diego-Fase 4-5

el 04 ago 2013 / 23:30 h.

Nos cita en el centro cívico Los Carteros, entre la Avenida de Pino Montano y Manuel del Valle. Justo enfrente se extiende la barriada de San Diego, donde Ángela Ponce es presidenta de la Intercomunidad de Vecinos Fase 4-5. La espesa arboleda de allí rebaja el efecto del sofocante calor. “¿Ves lo bonito que es mi barrio? Por algo los políticos vienen tanto en periodo electoral para hacerse fotos”. Al margen de la anécdota, Ponce nos hace un recorrido por el laberinto de plazoletas y zonas verdes que unen los bloques de pisos al tiempo que relata los problemas de inseguridad e incivismo que amenazan estos jardines. –¿Quién, cómo y cuánto cuesta mantener estas zonas verdes? –Nosotros, los propietarios. Esto está así de cuidado y bonito gracias al bolsillo y el interés de los vecinos de San Diego. Tenemos una cuota para su mantenimiento, pues requiere de una inversión media de un millón de las antiguas pesetas al mes. Dos empleadas dedican ocho horas diarias en estos jardines que vamos vallando para evitar vandalismos y destrozos. –¿No os habéis propuesto nunca recepcionarlos para liberar de esta carga económica –sobre todo en crisis– a los vecinos? –En ningún momento. Si esta zona verde la coge el Ayuntamiento, sea del partido que sea, no estaría igual que ahora, o simplemente no habría. Necesitan de una atención específica que hoy por hoy con la crisis y con tantos recortes presupuestarios no podría asumir el Consistorio. Es una pena decirlo, pero es la realidad. –Entonces, ¿qué papel tiene el Ayuntamiento en esta zona? –Recoger la basura de las papeleras, limpia un poco, desmocha los árboles –aunque no los poda ni retira las naranjas– y se encarga del alumbrado del barrio, lo único que tenemos recepcionado por el Ayuntamiento. En su mayoría, los vecinos asumimos desde un principio el mantenimiento de estas plazoletas y jardines. –¿Pero será consciente de que no todos los barrios pueden permitirse este modelo de gestión privada en materia de mantenimiento de zonas verdes? –Ciertamente entendemos que no todos tenemos la misma situación, por eso no vemos mal que el dinero que se ahorran con nosotros se dedique a barrios con mayores carencias. Es más, nuestro barrio es un ejemplo de que los vecinos tienen una gestión más eficiente que los políticos. Creemos que los barrios deben manejar el dinero que se les reserve. Ellos conocen bien las carencias y ofrecerían una administración más eficiente y directa, sin intermediarios. Eso sí, controlándose siempre el dinero que se entregue. –Atrás quedaron las grandes inversiones en proyectos faraónicos para los barrios... –Pues sí. No hay dinero, ni un duro. Eso lo entendemos. No podemos aspirar a megaproyectos, perfecto. Pero de ahí a renunciar a atender problemas menores pero muy necesarios para la vida del barrio, mira no. No vamos a hacer de sopetón un firme nuevo para el aparcamiento de residentes o poner pasos rebajados en todo el barrio, pero mes a mes, poco a poco, se puede ir haciendo cosas que empiezan a ser necesarias en una población cada vez más envejecida. –Porque, ¿cuáles son las principales reclamaciones del barrio ahora con la crisis? –En primer lugar, problemas de inseguridad ciudadana, que se solucionarían fácilmente con una mayor presencia policial. Muchas noches tenemos que soportar el vandalismo que trae consigo la concentración de jóvenes haciendo botellonas en nuestras plazoletas, e incluso dentro de las zonas verdes que tanto cuidamos. Nos roban plantas, cortan árboles, hacen gratifis y destrozan todo lo que pueden por el solo hecho de hacer daño. Llevamos mucho dinero invertido en reparaciones y en vallado por este tema. ¿Qué es lo que ocurre entonces? Que al final nos vemos en un búnker, todo rodeado de rejas. A ello se suman problemas de limpieza por falta de educación cívica, con los excrementos de los perros, o de ruido por un bar de la zona que vende alcohol a todas horas y no cumple los horarios de cierre. –Con la nueva ordenanza de ruidos, un policía podrá sancionar o clausurar el local si estima que sobrepasa el límite de ruidos... –Pues a ver si es verdad y viene el policía, porque estamos hartos de llamarlos y... se ven poco. –¿Qué pasa con la bolsa de aparcamientos para residentes que bordean los bloques? –Que siempre que solicitamos cualquier cosa, como cuando hace unos años se cayó un pino y hubo que pagar las indemnizaciones a los propietarios de los coches dañados, se escudan en que esto es privado. Vale, es privado, pero luego entran aquí a multar, ordenar el tráfico y poner señales donde les venga en gana. Si es privado es privado para todo:para no recibir indemnizaciones y para cerrar los aparcamientos, cuando fue el propio Zoido en la oposición el que nos prometió que nos daría licencia para cerrar estos parkings. Dos años después, seguimos esperándolo. Ahora nos amenazan con que si nos dan la licencia para el cerramiento, nos quitan la recepción del alumbrado. Estamos hablando de más de 450 estacionamientos.

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