La decisión de Palacio de interponer a un cofrade ajeno a la corporación como "comisario" para resolver la crisis de gobierno en San Esteban ha sido recibida con división de opiniones entre los notables de la cofradía. Varios ex hermanos mayores, aunque la acatan, no creen acertada la resolución.
"La única autoridad que reconozco y a la que me someto es Palacio, de ahí que suscriba de la a a la z la decisión". Así se expresaba el viernes el todavía hermano mayor de San Esteban, Carlos García Guisado, horas después de conocer la decisión dictada por la autoridad eclesiástica para reconducir la preocupante situación interna que atravesaba la vida de esta hermandad.
"Cualquier decisión que tomara la curia no sólo iba a ser aceptada por la junta de gobierno de San Esteban, sino muy aplaudida. A partir de ahora, continuaré trabajando por mi hermandad", apuntó García Guisado, quien seguirá actuando "en funciones" al frente de la corporación de la Puerta de Carmona hasta la próxima Semana Santa. Será después de la Semana Mayor cuando se produzca el relevo en el gobierno dando paso a la figura de un "comisario" nombrado por Palacio, Jesús Creagh, cuya misión será reconducir la deriva que ha tomado la corporación.
El aterrizaje de una persona ajena a la hermandad con plenos poderes y sin plazos ni temporalidad preestablecidos no ha sido del todo bien acogido por algunos ex hermanos mayores de la corporación del Martes Santo. Julián López, hermano mayor entre 1995 y 2004, reconocía recibir la noticia "con dolor de mi corazón". "San Esteban no se merece esto. En la hermandad hay personas adecuadas para haber sacado esto adelante. No se ha tenido en consideración la opinión de una gran mayoría de hermanos sobre lo que estaba ocurriendo. Es verdad que esto se había desmadradado, pero la solución podría haber sido mucho más lógica".
Algo discrepante es también la opinión de otro ex hermano mayor, Manuel Navarro Palacios, máximo dirigente entre 1983 y 1987 y a la sazón pregonero de la Semana Santa en 1987. Reconoce Navarro que "la situación de la hermandad en los últimos tiempos era agitada" y que de nada ha valido la "llamada a la responsabilidad" realizada por la junta consultiva de la hermandad para aparcar los enfrentamientos. "Personalmente, hubiera preferido que esta junta de gobierno hubiera ultimado su mandato y ulteriormente haber convocado elecciones, o haber pensado en alguna fórmula más integradora, pero la decisión ya está tomada por quien únicamente tiene potestad para adoptarla y lo único que cabe es aceptarla plenamente. Por el bien de la hermandad deseo que este periodo dure el menor tiempo posible". José Luis Gómez de Soto, otro ex hermano mayor, prefirió no valorar la decisión: "Hay que acatarla y nada más". El canon 318 del Código de Derecho Canónico prevé que la autoridad eclesiástica pueda designar a una "comisario" para dirigir una hermandad "en circunstancias especiales, cuando lo exijan graves razones".
