La siempre difícil salida de la hermandad de San Esteban por la puerta ojival de su iglesia congregó ayer a un buen número de cofrades que querían verla en primera línea. Aunque a la hora de la salida, prevista a las 15.15 horas, lucía el sol en el centro de la ciudad, la junta de gobierno solicitó media hora de prórroga. Pasado el plazo, el comisionado de la hermandad, Jesús Creagh, anunció que este año no se iría a la Catedral.
En cambio, la hermandad optó por realizar un viacrucis interno que estaría presidido por el Lignum Crucis de la casa de Medinaceli. Creagh, durante las explicaciones que dio a todos los hermanos que abarrotaban la iglesia de San Esteban, aseguró que desde el comisionado de la hermandad habían intentado buscar “todas las soluciones posibles” para poder realizar la estación de penitencia a la Catedral, pero después de analizar los partes meteorológicos optaron por no salir dado que hasta las 20.00 horas había demasiado riesgo, como confirmó la tromba que descargó en todo el centro de la capital hispalense.
