San Gil hurgó en la herida abierta desde hace más de un mes en el seno del PP. Su renuncia a presentarse a la presidencia del PP vasco y su retirada del grupo parlamentario popular en la Cámara vasca son dos señales de que no hubo entendimiento posible con el líder del partido, Mariano Rajoy, con el que se reunió ayer durante 45 minutos.
La reunión en privado entre la presidenta del PP vasco y el líder nacional del partido ya se anunció la pasada semana, después de la polémica por el abandono de María San Gil de la redacción de la ponencia política del partido. San Gil admitió que no se fiaba de Rajoy, el debate estalló en el seno del PP y ahora ambos líderes trataban de calmar las aguas. Pero nada más lejos de la realidad.
La reunión con Rajoy sólo desencadenó la renuncia definitiva de la presidenta de los populares vascos. San Gil no volverá a presentarse a la reelección en el congreso que ella consiguió adelantar para el mes de julio y, de paso, abandonará el grupo popular en el Parlamento vasco. Todo ello después de percibir "la frialdad" con la que fue recibida ayer por Rajoy, según precisaron fuentes populares.
Apoyo sin fisuras. Después de intentar convencer de lo contrario en numerosas ocasiones, el líder del PP se resignó a aceptar la postura adoptada por San Gil. "La he apoyado siempre y tome la decisión que tome, la seguiré apoyando", declaró, a pesar de que, de puertas para adentro, haya intentado hasta el último momento hacer cambiar de opinión a la parlamentaria vasca, según fuentes cercanas a la calle Génova. Frente a esta versión, fuentes del PP vasco aseguraron que en el encuentro de ayer Rajoy "no hizo nada por evitar" la decisión de abandonar la dirección del PP del País Vasco.
Rajoy formuló este apoyo a San Gil tras mantener una larga reunión en su despacho oficial del Congreso de los Diputados, a la que acudieron la portavoz del grupo parlamentario, Soraya Sáenz de Santamaría, el secretario general, José Luis Ayllón, y el portavoz adjunto, Alfonso Alonso.
Rajoy y San Gil mantuvieron un encuentro ayer en Madrid para intentar reconducir la situación y acercar postura tras la crisis abierta hace diez días cuando anunció que abandonaba la ponencia política por "diferencias de criterio fundamentales", algo que hizo público el 14 de mayo.
A eso se une que el pasado lunes consiguió su propósito de que la Junta Directiva del PP vasco adelantara a julio el congreso regional. Eso sí, la votación desveló la división interna, incluso en el País Vasco, ya que la propuesta se aprobó con 28 votos a favor, uno en contra y 32 abstenciones. Tal fue la división que ayer el portavoz del PP en las Juntas Generales de Vizcaya, Carlos Olazabal, presentó su dimisión por estar en total desacuerdo con el adelanto del congreso de los populares vascos al mes de julio.
Las reacciones no se hicieron esperar y la primera de ellas vino del presidente fundador del PP. Manuel Fraga indicó que San Gil "dio razones para despegarse de la ponencia política que nada tienen que ver con la realidad". "Exactamente dice [la ponencia] todo lo que ella quería que dijera", señaló sobre el texto que será debatido en congreso nacional, por lo que le reprochó que no dijera "antes" a Rajoy que "no se fiaba".
