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San Jacinto se redescubre en el comercio, el arte urbano y la ciudadanía

Las obras de peatonalización de la calle San Jacinto han configurado una nueva puerta de acceso a Triana marcada por la presencia viva de los ciudadanos. Con esta nueva realidad el distrito apuesta por una cultura al alcance de todos

el 18 mar 2011 / 18:32 h.

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Los beneficios derivados de las obras de peatonalización de la calle San Jacinto se dejaron notar desde el principio con la revitalización de los comercios instalados en toda la vía

Hay obras que son capaces de llegar a transformar una ciudad en su conjunto. Trabajos que en su desarrollo no sólo modifican el aspecto visual de las vías sino que como valor añadido son capaces de cambiar la vida diaria de sus vecinos, haciendo que su convivencia sea mucho más agradable y cercana. La peatonalización es uno de los aspectos que más influye en este desarrollo y en Triana saben bien lo que puede cambiar un barrio con unas obras que devuelven la calle a los ciudadanos. Así, San Jacinto, uno de los ejes de la Sevilla del cambio, ha pasado a convertirse en la puerta de entrada a un barrio que, sin dejar atrás la esencia que hizo de él uno de los espacios más populares, apuesta por la vida en una Sevilla sostenible y para el disfrute de los ciudadanos.

En agosto del pasado año comenzaron los trabajos para peatonalizar el primer tramo de la calle San Jacinto, concretamente el que se extiende desde la Plaza del Altozano hasta su intersección con la calle Pagés del Corro. Un eje de la vía que ha visto revalorizado el valor comercial de sus negocios, ahora mucho más cercanos para los vecinos, y que desde su inauguración en noviembre ha pasado a ser un referente cultural y social para el barrio. El cambio ha sido total, y sólo basta con una visita a la zona para ser conscientes de que la peatonalización de la calle San Jacinto ha sido mucho más que su recuperación para los peatones, pues ha supuesto una rehabilitación integral desde uno de sus espacios emblemáticos.

Pero esta profunda transformación no ha dejado al margen la conservación de la más pura esencia trianera. Su mobiliario urbano, uno de sus grandes atractivos, está compuesto por bancos de cerámica en los que se hace alusión a distintos conceptos que recuerdan al barrio. No en balde Triana siempre ha sido tierra de ceramistas y con esta iniciativa se buscaba dejar patente la vinculación entre el distrito y sus más ancestrales artistas, que han marcado un antes y un después en la decoración de sus monumentos. En esta ocasión fue la empresa sevillana Cerámicas Montalbán, ubicada en el corazón de la calle Alfarería, la que desarrolló la decoración de las piezas del mobiliario urbano.

La nueva vía no sólo hace gala de la historia de Triana sino que también deja paso a las innovaciones que en materia de adecuación de estos espacios ya se habían incorporado a otros puntos de la ciudad. Concretamente, se ha renovado un pavimento bastante maltrecho por el paso de los años y la acción negativa del paso de vehículos y se ha devuelto a la calle una imagen más actual y saludable para el paseo de los vecinos. La gran innovación en San Jacinto ha venido de la mano de uno de los transportes de mayor sostenibilidad que ha caracteriza los avances de la Sevilla del nuevo siglo. El carril bici no sólo ha transformado la ciudad sino que se ha reinventado a sí mismo a su paso por esta calle, dejando a un lado el verde de su trazado para diferenciarse del resto de la vía por medio de una línea luminaria, en color azul, que se asemeja al Guadalquivir.

Con todo, San Jacinto se ha convertido en un gran centro comercial al aire libre que ha ganado en espacio para las tiendas y en la apertura de nuevos negocios. Pero el nuevo concepto de calle peatonal ha ido mucho más allá del fomento empresarial. Triana ha revalorizada este espacio convirtiéndolo en todo un referente de cara al mundo de la cultura, a través del impulso de una amplia programación que invita a disfrutar de la vía. En San Jacinto, donde además se ubica la sede del Distrito Triana, se han organizado exposiciones de artistas anónimos, días de encuentro familiar, juegos para los más pequeños y hasta conciertos de todo tipo de música en un amplio escenario habilitado en el centro de la calle.

OTRAS ACTUACIONES. Las obras que han llegado a transformar a Triana han ido mucho más allá de la peatonalización de la calle San Jacinto. El barrio requería de un intenso programa de intervenciones que acabara con la mala situación de muchas de sus vías y ante ello se han rehabilitado por completo espacios como la Avenida de Alvar Núñez en el Barrio León y varias calles del entorno de San Vicente de Paúl y en el Núcleo Residencial Santa Ana, en pleno barrio del Patrocinio. En estas zonas, junto a la reparación del pavimento, se han instalado algunos espacios para el ocio infantil y se ha actuado sobre las barreras arquitectónicas, eliminándolas para así facilitar el acceso a toda la población. Este proceso se extendió también a calles estrechas como Alfarería o Fabié donde se rebajaron las aceras para salvar sus reducidas dimensiones. Emasesa ha sido otra de las empresas municipales que ha colaborado con la reforma integral del barrio, rehabilitando los patios interiores de las viviendas sociales de la calle Constancia y peatonalizando la calle Vázquez de Leca, en el lateral de la iglesia de Santa Ana, a petición de los propios vecinos.

A pesar de que todas estas intervenciones contaron con el respaldo de sus vecinos, las acometidas en el barrio del Turruñuelo son todo un referente de asociacionismo en favor de la mejora de este espacio. Fue la Peña Cultural Flamenca la que consiguió que se llevara a cabo una profunda remodelación de sus calles. Gracias a un programa contrato en el año 2003 sacaron adelante una propuesta que transformó sus calles. Se reordenaron los aparcamientos, aumentado el número de plazas, se remodelaron las redes de saneamiento y abastecimiento y se concluyeron los trabajos con la plantación de una hilera de naranjos que cambió la imagen de sus calles.

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