José Sánchez Maldonado, en uno de los patios del Palacio de San Telmo. / Jose Luis Montero Es el consejero que más habla de empresa, concebida como el eje central de la economía y, por tanto, de la creación de empleo. José Sánchez Maldonado responde desde el optimismo y en su conversación surge una y otra vez la palabra industrialización. 2014. ¿Esta vez sí? Todas las previsiones macroeconómicas de todas las instituciones internacionales de coyuntura coinciden en que la recesión ha terminado y comienza un proceso de recuperación paulatina. Estoy convencido de que Andalucía crecerá un punto este año e incluso algo más que la media española. Pero la recuperación será larga si no cambian las políticas de la Unión Europea y del Estado. ¿Qué debe hacer Europa? Primero, flexibilizar la política presupuestaria. Soy partidario de equilibrar las cuentas lo más posible pero, en esta situación, habría que ampliar el horizonte temporal para conseguir el objetivo del 3 por ciento de déficit. No es una locura poner cinco años y no tres para que países como Italia o España logren ese objetivo de consolidación fiscal. Les permitiría ganar algunos puntos de crecimiento y, por tanto, más posibilidades de generar empleo. Segundo, poner en marcha la unión bancaria, la única que permitiría un proceso de mutualización de la deuda pública de la Eurozona, igualando los diferenciales de tipos de interés que se pagan en el Norte y el Sur. Y tercero, una política de industrialización. ¿Y a España? Al igual que Europa, España debería permitir esa flexibilización temporal para el déficit, lo que permitiría ir ajustando y no realizar recortes tan duros en gastos que afectan a tres variables básicas para crecer: educación, sanidad e I+D. La tremenda brecha de la desigualdad abierta en España, además, hay que cerrarla. Después, una política para incentivar los sectores más competitivos. Es ineludible, asimismo, una reforma fiscal que garantice que todo el mundo pague. Si no se soluciona el fraude fiscal, la reforma nunca será operativa. Por otro lado, atajar el fraude social como medida de ahorro público. Ya sabemos a qué me refiero: seguros de desempleo y ayudas que van a quienes no las necesitan. La pedagogía social es necesaria para que el fraude social sea mal visto por los ciudadanos y lo denuncien. Y llegamos a Andalucía... Dentro de las limitadas capacidades que tenemos para actuar, pues cabe recordar que el 82 por ciento del dinero se destina a educación, sanidad y servicios sociales, nuestra política de oferta debe centrarse en industria, minería, turismo y agroalimentación. Sí, recuperación de la economía. ¿Y del empleo? Será lenta pero también crearemos más empleo que la media nacional. De hecho, en 2013 creamos empleo neto, no mucho, cierto, pero de cada tres en España, dos fueron generados en Andalucía. Creció el empleo, creció la población activa y bajó el paro. Esta triple variable sólo se dio en otras dos comunidades. Cataluña y Baleares. A partir de abril, en Andalucía crearemos empleo y el reto está en que a finales de verano bajemos del millón de desempleados (registrados). Sería romper la cifra del millón, una barrera. Es el objetivo planteado en esta Consejería. No es un gran objetivo dado el volumen de paro que tenemos, pero estamos también sometidos a unas restricciones presupuestarias fuertes. El sistema de financiación autonómico actual ha sido poco favorable a Andalucía. Lo hicieron los socialistas... Lo hicieron, pero, viendo sus resultados, es el peor que ha ido para los andaluces. Siempre estuvimos cerca o algo por encima de la media de financiación autonómica per cápita (por habitante) y nos hemos venido al 93-94 por ciento. ¿Cómo ve la tarifa plana de 100 euros por contrato indefinido? ¿La complementará Andalucía? No, aquí no tenemos dinero. Cualquier tipo de medida que incentive el empleo, independientemente del volumen que traiga, me parece adecuada. Es, además, un cambio de rumbo en una política laboral que estaba terminando con el empleo indefinido en este país. El resultado de la reforma laboral no ha podido ser más descorazonador: más paro, una bajada media del 10 por ciento en salarios, una importante pérdida de calidad en el trabajo, una precariedad muy grande y un riesgo de desaparición de la negociación colectiva. José Sánchez Maldonado, en un momento de la entrevista dando explicaciones al modo catedrático. / José Luis Montero ¿Para los autónomos se arbitrarán más apoyos? Cuando llegué a esta Consejería ya había un plan del autónomo, nos hace falta desarrollarlo. Y en la medida que podamos, les echaremos una mano. Ya que hablábamos de la tarifa de 100 euros, recordar que en diciembre el Gobierno subió las cuotas de la Seguridad Social a los autónomos y, en especial, a los autónomos con empleados. Esos 100 euros, por tanto, no compensan. Tanto el Estado como nosotros, Andalucía, debemos volcar los medios en los autónomos y el empleo juvenil. La propia Unión Europea ha tomado conciencia del grave problema del empleo juvenil. A Andalucía llegarán alrededor de 450 millones del Fondo Europeo de Garantía Juvenil, según cifras, aún no oficiales, que ha ofrecido el PP-A. La mitad lo gestionaría el Estado y la otra mitad, Andalucía. La cuestión es: ¿Cómo se instrumenta? Porque si se mantiene el sistema propuesto por Bruselas de adelantar sólo el 1 por ciento de los recursos y completarlos dos años después, será difícil que Andalucía ponga sobre la mesa 200 millones, problema que tendrá también el Gobierno central con los 900 millones que correspondan al conjunto del Estado. Algún arreglo tendrá que haber. Por ejemplo, endeudarnos por las cantidades que haya que adelantar pero sin computar para el objetivo del déficit. ¿Qué falla en las políticas activas de empleo para que tengamos este alto nivel de paro? Hay que ir a políticas de formación, a políticas activas y no pasivas. Por parte de la Consejería de Educación se hará un nuevo programa de formación. El reto: adecuar nuestro sistema de formación profesional y el universitario a las demandas reales del mundo empresarial. Salen muchos egresados, en Magisterio, en Filosofía, en otras muchas carreras, que no tendrán posibilidades de encontrar trabajo. Si no adecuamos, insisto, el sistema educativo al tejido productivo, nuestras posibilidades de crecimiento futuro quedarán muy mermadas. No podemos olvidar tampoco el brutal recorte en las transferencias del Estado en políticas activas de empleo hacia Andalucía: de casi 900 millones a 400. Y sí, ha habido algunas que no han funcionado como deberían. Usted ha dicho que la competitividad no se consigue bajando salarios. Pues la realidad... La realidad es que aquí se están bajando los salarios pero en sectores donde no somos competitivos. Siempre habrá alguien que puede producir con menores costes que tú, y así no se compite. Bajando sueldos sólo obtienes un capital humano menos formado, menos incentivado, menos eficiencia y menos competitividad. Un tobogán del que tirarse de cabeza. Al consejero no le gustan las subvenciones a fondo perdido. ¿Cuáles serán las prioridades de las ayudas? La idea es reorganizarlas en una sola institución financiera de crédito. Es decir, todos los fondos europeos vinculados a la financiación a empresas: fondos reembolsables, incentivos, fondos Jeremie, fondos Jessica, los de capital riesgo, etcétera. Estamos hablando de entre 1.200 y 1.400 millones de euros. Si los tiempos vienen a mejor y sube la recaudación fiscal, se complementarán con recursos autóctonos. Insisto. No le gustan las ayudas a fondo perdido Las subvenciones en general no me gustan ni en el mundo financiero ni en el mundo social. ¿Los 400 euros a todo el mundo? No. ¿3.000 euros por hijo a todo el mundo? No. ¿Ordenador para todo el alumnado? No. Sí garantizar el derecho cuando haya quien realmente lo necesite. Y en las empresas hay que distinguir entre las que están empezando, para las que existe el capital riesgo ¿Que dos de cada tres se van al garete? Pues la que queda va nutriendo al fondo para que éste siga funcionando y las que están consolidadas pero requieren una mejor capitalización. Para éstas está el incentivo reembolsable. Ésa es la idea del decreto de capitalización de pymes que sacamos en diciembre y cuya ventanilla única estoy peleando para que esté abierta a partir de abril. Es la primera medida del gran esfuerzo de industrialización de Andalucía que debemos hacer. La siguiente será eliminar trabas administrativas. De burocracia. Sí. Tenemos aún una administración con muchas trabas. En un mes confío que estará el decreto que anunció la presidenta para reducirlas. El catálogo que hemos elaborado sobre todas las regulaciones administrativas que tiene la actividad económica en general y la industrial en particular en Andalucía detecta 660. Se han simplificado o resumido 100. De las que quedan, 220 son competencia de la comunidad y sobre ellas trabajamos para bajarlas en la medida en que podamos. ¿Qué más hacer por los jóvenes? Un plan de empleo juvenil. Se articularán en él todos los fondos que llegarán para los jóvenes. Estará en marcha en próximos meses. El miedo al fracaso es una de las grandes dificultades al emprender. ¿Cómo quitarlo? Con formación. No voy a vender mi libro, pero justo es reconocer que la fundación Andalucía emprende, 700 centros CADE (de apoyo al desarrollo empresarial) y las incubadoras de empresas articulan una red bastante importante de emprendimiento, bien valorada por los emprendedores y con resultados exitosos. Cuando a los empresarios se les pregunta qué instituciones son las que más valoran responden que dos: Extenda y la agencia IDEA. Un joven emprendedor acude a IDEA, pide una ayuda y ésta la pierde. ¿Qué se le dice? Mala suerte. Vamos a por otro proyecto o a cambiarlo. El fracaso va unido al emprendimiento. Eso está metido en la cultura anglosajona pero cuesta meterlo en la nuestra. No pasa nada si un proyecto se viene abajo. Salvo que se arruine él y arruine a los padres IDEA no ha arruinado a nadie. Si vas al banco y te avala tu padre sí. 2013, cuarto año consecutivo de récord de exportaciones. Llevan toda la vida creciendo. Lo importante son tres cosas. Primera, se compensa la caída del peso de la construcción en nuestro PIB con exportaciones: ocho puntos cayó una, casi nueve han crecido las otras. Segunda, no sólo exportamos más, sino que lo estamos haciendo a más sitios. Y tercera, diversificamos sectores. El agroalimentario será muy importante, sí, pero ahí está el aeronáutico. La industria aeronáutica es referencia en Europa. El núcleo Cádiz-Sevilla y ahora con los drones de Arenosillo y Jaén estamos a nivel de Hamburgo o Toulouse, sin duda. ¿Se potenciará Extenda? Sí. Con un quinto plan de internacionalización, con reducción de costes de sus servicios para las pymes y con más sinergias con el ICEX. Y la paz ha llegado por fin a Alestis... Está encarrilada. El concurso de acreedores se ha resuelto, las acciones de IDEA se han cedido a la SEPI, de forma que a final de 2014 la Junta de Andalucía saldrá de su accionariado, Airbus ya ha presentado en Bruselas el plan de empresa y queda que Competencia se pronuncie. Una de las principales quejas de la empresa es que la universidad va por su propio lado en investigación. Cerrará esa brecha el hecho de que la estrategia europea sobre proyectos de investigación valorará más que antes la combinación entre el mundo empresarial y el mundo universitario. Eso hará que los universitarios acudan a las empresas a presentar sus proyectos e ir de la mano. Hasta ahora, venía el dinero y tú decidías dónde gastarlo; y a partir de ahora, tú presentas el proyecto en concurrencia competitiva. Si es bueno, hay dinero; si no, nada. ¿Por ahí irá el nuevo plan de innovación? Sí. Se decidirá qué investigar conforme a las verdaderas necesidades de la economía andaluza. El dinero vuelve a la costa. ¿Eso no es peligroso? Si vuelve a una construcción desordenada, sí. Si lo hace a una construcción sostenible, no . ¿Sobran universidades en Andalucía? En esta crisis, las universidades han hecho un esfuerzo importante; la Junta de Andalucía, también. Dijimos que las universidades recibirían el 1 por ciento del PIB y hemos estado dando el 1 por ciento del PIB. Eso sí, al ser el PIB más pequeño, los recursos son menos. No hemos despedido a profesores y la deuda acumulada con ellas, que llegó a 900 millones de euros, la hemos reducido a 600 y en cuatro años podemos dejarla en cifras bastante aceptables. ¿Qué enseñanza debemos extraer del reciente conflicto de Aznalcóllar? Que la lealtad institucional ha de prevalecer cuando hablamos de economía y empleo. ENTREVISTA INCLUÍDA EN EL CORREO ECONÓMICO DE ANDALUCÍA. SUPLEMENTO ECONÓMICO DE 200 PÁGINAS QUE SE ENTREGA GRATUITAMENTE CON EL CORREO DE ANDALUCÍA ESTE DOMINGO.