El grupo empresarial cordobés Sánchez-Ramade, propietario de las firmas Urende, Noriega, Cinesur y Coauto, presentó ayer las cifras del ejercicio 2008, cuya facturación ascendió a 1.406 millones de euros, un 3% menos que en 2007.
En rueda de prensa, el presidente del grupo, Javier Sánchez-Ramade, calificó este dato como "muy positivo" en comparación con los anotados durante el pasado ejercicio por los sectores en los que opera la compañía, como la automoción y la construcción.
En este sentido, indicó que la facturación en automoción penalizó mucho el resultado global, ya que retrocedió un 17%, y precisó que los resultados de las empresas del sector inmobiliario no fueron tan malos. Aun así, Sánchez-Ramade prevé una caída del 30% durante 2009 en promoción inmobiliaria e insistió en que la evolución real de la división se conocerá en 2010.
Este grupo familiar, con más de 4.000 trabajadores, se dedica a la distribución de electrodomésticos, la promoción inmobiliaria, las nuevas tecnologías, el ocio y la venta de automóviles.
En relación a la deuda de la compañía, señaló que de los 600 millones de euros que se debían, se efectuó una venta de activos que no llegó a 80 millones -se mantiene como accionista de Iberdrola y el Sabadell- y lo demás está "todo financiado", agregó. La refinanciación se realizó con una veintena de entidades.
Javier Sánchez-Ramade, que definió la coyuntura como una "economía de guerra" en la que hay que "sobrevivir", confió en que el grupo salga fortalecido en los próximos dos años, cuyos presupuestos se están "atornillando" con el fin de controlar el gasto. Sobre si prevé despidos para afrontar la situación, subrayó que no quieren "adelgazar" la estructura social, pero si el mercado les "obliga", habrá que "tomar medidas".
