El caso del niño de tres años que se marchó sólo de un colegio de Espartinas hace algo más de un mes tiene a su primer culpable: la empresa que gestiona el comedor del colegio, a donde se tenía que dirigir el pequeño en el momento de su huida. La consejera de Educación, Mar Moreno, anunció que ha sido sancionado por incumplir la vigilancia del menor. Fuentes de Educación confirmaron que la sanción será meramente económica y que mantiene abierto por el momento un expediente al colegio.
Moreno recalcó a la agencia Europa Press que este expediente sobre el centro Maestra Natalia Albanés lleva "unos días parado porque la directora se encuentra de baja". Precisamente, esta circunstancia llevó a que la consejera fuera más comedida y no se pronunciara más allá. "El expediente se concluirá como determine la inspección que deberá ser la que juzgue sobre la actuación", recalcó Moreno.
La sanción a la empresa de catering y el expediente abierto al colegio se produce algo más de un mes después de que un niño de tan solo tres años abandonara el centro en horario escolar sin que ningún responsable educativo ni de la empresa de catering se cerciorara de ello y fuera hasta su casa, situada a unas tres calles del centro escolar.
Al Defensor. Tras producirse estos hechos el pasado 30 de septiembre, los padres remitieron escritos al Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, a la Delegación Provincial de Educación, al Ayuntamiento de Espartinas y al colegio para que se abriese un expediente informativo y de investigación que ayudase a esclarecer las causas de este descuido.
Los padres mantienen que se produjo una "grave" situación "de desamparo, desatención, guardia y tutela" de un alumno menor de edad, el cual se había inscrito recientemente a los servicios del comedor del centro. En este sentido, indicaron que, una vez concluidas las clases, su hijo debió ser recogido al igual que el resto de alumnos para ir hasta el comedor concertado, al que se accede a través de un pasillo interior. Es más, los padres precisaron que el monitor "debe dirigirse a las clases para conducir a los alumnos al comedor". No obstante, aseguraron que su hijo "se presentó una hora después en el domicilio familiar sin ninguna persona que lo siguiera", lo que les causó "gran preocupación e inquietud, ya que recorrió una distancia de entre 500 y 600 metros".
La reacción a los escritos no se hizo esperar. Tanto el Defensor del Pueblo Andaluz -que se apresuró de calificar el descuido de "insólito"- como la Junta de Andalucía decidieron abrir sendas investigaciones sobre lo sucedido. En cambio, fue la propia consejera de Educación la que, viendo el cariz que estaban tomando los acontecimientos, intervino en el debate indicando que, a pesar de anunciar una investigación, el caso de Espartinas era "un fallo muy puntual en un sistema que es enorme y funciona muy bien". "Existen cientos de miles de niños que están perfectamente tutelados y vigilados por docentes, monitores y responsables de los colegios", puntualizó.
En esa misma tesitura se posicionaron hace un par de semanas algunos de los padres de los alumnos del colegio de Primaria, que exculparon a los profesores del centro e incluso se animaron a señalar algunas de las razones que pudieron ocasionar el incidente, como la falta de monitores en el comedor concertado.
