Una decena de personas, entre ellas dos mujeres y un niño, murieron ayer y otras 29 resultaron heridas víctimas de un atentado registrado en la ciudad occidental afgana de Herat, donde hay desplegadas tropas españolas. El atentado ocurrió en una rotonda cercana al centro de la ciudad y tenía como objetivo el convoy del jefe de la Policía del distrito de Injil, que resultó herido, según informó a Efe el portavoz policial de Herat, Noor Ahmad Nikzad.
El ataque se produjo en un momento de intenso trasiego de los afganos que, en esos momentos, se dirigían a sus puestos de trabajo, de ahí que la mayoría de las víctimas fueran civiles. El explosivo fue accionado por un dispositivo de control remoto. Nikzad acusó del atentado a los "enemigos del país", el eufemismo que emplean las autoridades afganas para referirse a los insurgentes talibanes, y estos asumieron más tarde la autoría.
Se trata del cuarto intento de atentado contra Esa, aseguró a la agencia afgana AIP el jefe de la Policía provincial, Asmatullah Alizai, quien informó de que dos de los muertos eran guardaespaldas suyos. El presidente afgano, Hamid Karzai, anunció la apertura de una investigación. Los talibanes están presentes sobre todo en el sur y el este de Afganistán, las áreas donde predomina la etnia pashtún, aunque cuentan con capacidad para perpetrar ataques suicidas o con bombas por casi todo el país.
En las últimas semanas, Afganistán ha registrado un incremento de los combates entre los talibanes y las tropas internacionales desplegadas en el país, a raíz de dos masivas operaciones militares en el sur para garantizar la celebración de las elecciones. Los afganos están convocados a las urnas el próximo día 20 de agosto para elegir presidente.
