El mercado de fichajes se cierra a finales de esta semana, el viernes a medianoche para ser exactos, así que la espera del Betis por Roque Santa Cruz toca a su fin, para bien o para mal. En Heliópolis confían tanto en que el paraguayo retorne que incluso le tienen guardado el dorsal que lució en la pasada temporada, el 16. Ninguno de los tres nuevos fichajes (Agra, Juan Carlos y Campbell) pudo tocarlo y tampoco lo harán Igiebor y Perquis, ya que el delantero aún del Manchester City pidió a los responsables del asunto que le reservasen ese número, tal era su convicción de que volvería a vestir de verdiblanco.
El final feliz de esta atípica historia de fidelidad a unos colores recién conocidos, sin embargo, puede no ser tal, ya que al Betis le ha salido un competidor tan cercano como inesperado: el Málaga. Tras la marcha de Rondón al fútbol ruso, el club blanquiazul necesita un delantero de similares características y entre otros ha acabado fijándose en el sudamericano, al que puede ofrecer una ficha superior a la que ya tenía pactada con el Betis (unos 800.000 euros). Además, el conjunto costasoleño juega con la presencia en sus filas del argentino Martín Demichelis, con quien Santa Cruz trabó una muy buena amistad durante sus años en común en el Bayern de Munich.
Santa Cruz acabó encantado con el Betis e incluso tiene todavía la casa donde vivió durante la temporada 2011-12, pero la propuesta malagueña no es desdeñable. De todas maneras, no es sólo que Santa Cruz fuese feliz en Sevilla, sino que también lo fueron su mujer y sus hijos, todos completamente integrados, un dato siempre importante.
De momento, el ariete guaraní sigue entrenándose con el Manchester City, que por otra parte continúa con su operación salida. Tras Adebayor, el siguiente ha sido otro delantero, Adam Johnson, que el viernes se marchó traspasado al Sunderland.
