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¿Santo Súbito? Generalidades

Cuando multitud de jóvenes españoles gritaban con entusiasmo "Juan Pablo, Segundo, te quiere todo el mundo" en las visitas del Papa a nuestro país, algunos pensábamos ¡hombre, todo el mundo no! Ni siquiera todos los cristianos, ni, incluso, todos los católicos.

el 14 sep 2009 / 20:17 h.

Cuando multitud de jóvenes españoles gritaban con entusiasmo "Juan Pablo, Segundo, te quiere todo el mundo" en las visitas del Papa a nuestro país, algunos pensábamos ¡hombre, todo el mundo no! Ni siquiera todos los cristianos, ni, incluso, todos los católicos. Recientemente, han sido católicos italianos los que reclaman su rápida beatificación, lanzando al aire el eslogan "Santo súbito". Pues bien, dado que ya no existe la figura del abogado del diablo (la suprimió el propio Juan Pablo II) permítasenos ejercer algo de su contenido, con todo respeto a la figura de ese Papa y a sus fervientes admiradores, solicitando de éstos respeto para una opinión contraria o, al menos, que no nos anatematicen, agradeciendo a Dios que, gracias a una opinión contraria, en un momento dado se suprimió la inquisición.

La Iglesia Católica no es una democracia ni falta que le hace. Es una monarquía que ejerce el Papa con absoluto poder y nada menos que con el don de la infabilidad, si bien sólo en determinados casos y con determinados condicionamientos. Ese poder lo ejerce el Papa, como un titulado (un único apoderado general) vicario de Cristo. Por eso hay quien ha hablado de Cristocracia. Pero, algunos teólogos resaltan, que esa estructura no ha sido perfecta en su funcionamiento, dados los errores del papado en tiempos pasados, por lo que reclaman, cada vez más, la colegialidad, basándose en la práctica de las primitivas iglesias. Y es que sigue siendo verdad lo de que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Y no se olvide que la Iglesia Católica, a todos los niveles, está constituida por hombres a los que el Espíritu Santo, por mucho que les auxilie, no les priva (no puede privarles) de su libertad.

Para un número no tan escaso de católicos practicantes, silenciados por los medios oficiales de nuestra Iglesia (entre los que nos encontramos la mayoría de nosotros), Juan Pablo II no ha sido ese Papa maravilloso que sus admiradores pregonan. Y, por falta de espacio, dejaremos para un segundo artículo las particularidades sobre el tema.

Vicente Plural es un colectivo de profesionales andaluces

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