El Santuario que acoge a la patrona de Utrera, Nuestra Señora de Consolación, tiene sus orígenes en el siglo XVI cuando formaba parte de un convento, si bien el templo tal y como hoy se conserva fue construido en el siglo XVII. De esta época data la portada, que en 1635 fue realizada por Alfonso Álvarez de Albarrán.
Entre las peculiariades arquitectónicas se encuentra el remate piramidal de la torre, formado por 300 piezas de cerámica vidriada que representan en cada una de sus caras aimágenes relacionadas con el templo: la Virgen de Consolación, San Francisco de Paula, San Fernando y San Francisco de Asís.
Del interior del templo, junto a la imagen de la Virgen que en 2007 cumplió cinco siglos en Utrera, cabe destacar su impresionante artesonado mudéjar, realizada por Gregorio Tirado en 1578.
El Santuario fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1982.
