El Gobierno y los partidos políticos españoles acogieron ayer con satisfacción generalizada la designación de Rompuy y Ashton. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, destacó que la UE haya consensuado los nombres de los dos nuevos altos cargos "de forma paritaria" y cumpliendo uno de los objetivos en los que se basa la Presidencia española: "la igualdad". También el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, consideró que los dos nombramientos son "muy buenos" porque se trata de dos "personalidades que tienen la suficiente experiencia".
La oposición, a través del presidente del PP, Mariano Rajoy, felicitó a los dos nuevos altos cargos y se mostró segura de que Van Rompuy, con su liderazgo y su experiencia, solventará con éxito los complejos retos que afronta Europa.
Por su parte, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, consideró positivo que un representante del Reino Unido esté al frente de la diplomacia europea y definió a Van Rompuy como un "gran europeísta". El senador del PNV Iñaki Anasagasti rechazó las críticas por el "bajo perfil" de Van Rompuy y de Ashton, y destacó su dilatada trayectoria antes de decir que "en Europa, hace falta gente trabajadora". Y es que, para los nacionalistas, supone una buena noticia que asuma la diplomacia europea el primer ministro de un país que ha tenido que lidiar con tensiones soberanistas.
