Economía

'Sayonara' a la crisis

La segunda economía del mundo se apuntó ayer a los esperanzadores datos que ya marcaran la semana pasada Francia y Alemania y que hacen presagiar la salida de la crisis. Japón creció en positivo de marzo a junio del presente año y abandona así la recesión, aunque deja atrás las peores cifras desde 1945.

el 16 sep 2009 / 07:19 h.

La segunda economía del mundo se apuntó ayer a los esperanzadores datos que ya marcaran la semana pasada Francia y Alemania y que hacen presagiar la salida de la crisis. Japón creció en positivo de marzo a junio del presente año y abandona así la recesión, aunque deja atrás las peores cifras desde 1945.

Japón, segunda economía mundial, se sumó ayer a Francia y Alemania en anunciar un crecimiento positivo del PIB en el segundo trimestre, después de haber vivido durante doce meses su peor recesión desde el final de la II Guerra Mundial.

La economía nipona registró entre abril y junio un crecimiento de su Producto Interior Bruto del 3,7% a ritmo anual y del 0,9% respecto al trimestre precedente, por encima de los avances anunciados recientemente por sus socios del G-7.

Japón deja así atrás las mayores caídas de su PIB desde 1945, con retrocesos tan escandalosos como el 11,7% y el 13,7% en tasa anualizada de los dos trimestres precedentes, aunque queda por ver si puede sostener un crecimiento apoyado en los planes de rescate del Gobierno, valorados en 112.000 millones de euros.

La mejora de las exportaciones ha comenzado a impulsar a una economía como la japonesa basada en la demanda externa, mientras las medidas de estímulo del Gobierno han animado el consumo, pero el desempleo y la falta de inversión siguen siendo una amenaza para la recuperación.

Entre abril y junio las exportaciones aportaron al PIB nipón un 6,3% respecto al trimestre anterior, su mayor nivel desde 2002, y el consumo creció un 0,8%.

El que más ayudó a la recuperación de Japón desde el exterior no fue Estados Unidos o Europa sino la consumista China, cuyas importaciones contribuyeron a mantener el ritmo de producción japonés, también debido a las medidas de estímulo del Gobierno de Pekín y al soplo de recuperación que recorre Asia.

La crisis hizo que las multinacionales japonesas que habían conseguido imponerse en el mundo hayan tenido que recortar sus inversiones, sus plantillas y poner al Gobierno ante la necesidad de mejorar el panorama con ayudas de emergencia.

Para un japonés medio la crisis ha supuesto la pérdida de su empleo o mayor precariedad laboral, sólo amortiguada por recortes de precios que pueden ser insuficientes. Y, para las grandes empresas, como Toyota o Sony, ha traído números rojos que se prolongarán varios años y recortes de empleo que prometen cambiar la cultura empresarial de Japón.

En el segundo trimestre el consumo de los japoneses, responsable del 55% del PIB, ha sido otro aspecto que ha facilitado la salida de la recesión, al crecer un 0,8% respecto al periodo precedente tras medio año en negativo. Los consumidores han comenzado a dar empuje a la economía gracias a las medidas de estímulo iniciadas hace meses, como los planes para favorecer los descuentos en electrodomésticos y automóviles eficientes, que han dado un respiro a la industria nipona.

No obstante, el Gobierno japonés no quiere lanzar las campanas al vuelo y el ministro de Economía y Política Fiscal, Yoshimasa Hayashi, tardó poco en aparecer en público para recordar que "aún existen factores de riesgo", tales como el desempleo, la deflación y las inversiones inmobiliarias.

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