Pulse sobre la lupa para ampliar. "No hay ningún jugador en venta de la plantilla, pero si llega alguna oferta fuera de mercado la estudiaremos". Durante casi diez años de mandato de José María del Nido, la gran máxima para sostener económicamente a la entidad ha sido esa.
Las ventas de jugadores por cantidades insultantemente superiores a las que pagó el Sevilla para hacerse con sus servicios ha sido la gallina de los huevos de oro del resurgir del club durante el mandato del abogado, pero la crisis económica global, la crisis del fútbol en particular y las pobres sensaciones ofrecidas por el primer equipo la pasada temporada pueden hacer de éste un verano poco habitual para la institución blanquirroja, ya que se antoja difícil que se pueda realizar una súper venta.
Pese a todo, el estío es muy largo y ya se han oído campanas acerca de las posibilidades de que Diego Perotti y Álvaro Negredo salgan del club mediante un interesante traspaso. El argentino es el activo por el que más dinero se puede sacar, ya que llegó al Sevilla procedente del Deportivo Morón por sólo 200.000 euros.
Por su parte, el vallecano fue fichado por 14 millones, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia de la entidad y su oportunidad de salir pasa porque el Real Madrid ejerza una opción de recompra que está cifrada en 18 kilos.
La historia
Sea como fuere, al Sevilla se le presenta por primera vez en mucho tiempo un verano en el que no podrá contar con grandes ingresos por traspasos. De hecho, en el primero realizado, el de Zokora , los nervionenses han vendido casi por la mitad de lo que gastaron en el costamarfileño. Otro que tiene pinta de salir, Romaric, tampoco será vendido por una cifra cercana a los 8 millones que costó.
José María del Nido llegó a la presidencia sevillista en verano de 2002, y su primera gran venta supuso un trauma para la hinchada nervionense. José Antonio Reyes, el prometedor canterano, se marchó al Arsenal en enero de 2004 por unos 26 millones de euros. Pero fue el año siguiente el más prolífico en ventas del Sevilla contemporáneo. Julio Baptista, que había llegado en 2003 por 2,8 millones de euros, hizo las maletas hacia Madrid en julio de 2005 dejando en la caja sevillista unos 25 kilos.
En septiembre, una vez empezada la Liga, el mismo Real Madrid hizo efectiva la cláusula de rescisión del canterano Sergio Ramos, aportando otros 27 millones a la caja sevillista. Pese a las ventas, el Sevilla no solo no vio mermadas sus opciones sino que alzó su primer título en varias décadas esa misma campaña.
En 2006 no se realizaron ventas reseñables, mientras que en 2007 fueron varios los traspasos menores que, eso sí, aportaron a las arcas nervionenses más dinero del gastado en su día. Aitor Ocio, que llegó gratis, fichó por el Athletic a cambio de 3 millones; el canterano Kepa Blanco se fue al Getafe a cambio de 3,5. Por el contrario, el alemán Hinkel se marchó al Celtic de Glasgow en invierno por 2,7 kilos, 1,3 menos de lo que costó en verano de 2006.
El mejor año
Sin duda el mejor año en este aspecto fue 2008. El primero en marcharse fue Kerzhakov, que fichó por el Dinamo de Moscú en febrero a cambio de 10 millones, el doble de lo que le costó al Sevilla. Ya en verano, se marcharon Daniel Alves, Keita y Poulsen. El brasileño es, sin duda, la mejor operación de la historia nervionense.
Llegó en invierno de 2002 cedido, y fue fichado en verano por menos de 900.000 euros. Fue traspasado al Barcelona por 38 kilos que, título tras título, sigue subiendo. Por Keita, el Barça abonó la cláusula de recisión de 15 millones, llegó al Sevilla por 4. También fue la cláusula la que hizo que Poulsen, que llegó gratis dos años antes, recalara en la Juventus de Turín a cambio de 10 kilos.
De ahí en adelante, sólo el traspaso de Adriano de nuevo al Barcelona ha ingresado un buen dinero en las arcas blanquirrojas. El de Coritiba llegó al Sevilla por 2 millones y fue vendido en 2010 por 9,5 millones más otros cuatro por objetivos que ya se están cumpliendo.
A ese dinero hay que sumar las ventas de Duda -llegó gratis y se fue por 700.000 euros- y Squillaci -llegó por 7 millones y se fue por 8-. Las marchas de Maresca, Mosquera, Konko, Renato, Drago y Zokora se han certificado por menos dinero del que se pagó por ellos, aunque algunos, desde luego, fueron mejor amortizados que otros.
