Ya no basta con hacer cola a la puerta de la oficina de empleo porque la red es una fuente de recursos. Sólo hay que saber bucear.
Buscar trabajo no es fácil pero con los tiempos que corren no queda otra que poner buena cara y echarle paciencia y mucha imaginación. En esta carrera de obstáculos para conseguir un empleo, internet se ha convertido en un gran aliado de los que buscan y ya no basta con hacer cola a las puertas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Son miles las páginas que recopilan ofertas de trabajo aunque no siempre es oro todo lo que reluce. "Yo me he apuntado a cientos de ofertas y nada", cuenta Lourdes Hurtado, que tiene 28 años y que en agosto fue despedida de la empresa en la que trabajaba desde hace siete. Ella, que asegura que quiere trabajar "en lo que sea", no sale de casa sin su curriculum. "Si voy a echar gasolina les dejo uno y si voy a comprar el pan también", explica.
Tan importante como saber donde buscar trabajo es saber venderse bien y, por eso, la mayoría de portales de empleo dedican espacios a explicar cómo elaborar un currículum o a dar consejos para salir airoso de una primera entrevista. Errores como usar frases hechas o presentar un curriculum con faltas de ortografía pueden dar a traste con la primera imagen que la empresa tiene del candidato mientras que mostrarse inseguro o ser pillados en una mentira en el cara a cara puede ser nefasto.
Manejarse con el papeleo y estar al día de los trámites burocráticos también puede servir para evitar algún que otro disgusto sobre todo si lo que está en juego es cobrar o no el desempleo. Eso lo saben bien Jesús y Raúl Vital, dos hermanos que siempre han trabajado como pintores y que llevan casi un año sin encontrar empleo. "La construcción está fatal y por trabajar unas horas en la hostelería este mes no he cobrado el paro", asegura Raúl mientras sobrelleva las horas pasadas a las puertas de la oficina del SAE.
Si el objetivo es trabajar, buceando por la red pueden encontrarse ofertas de empleo de lo más variado aunque algunas requieran que el candidato esté, cuanto menos, hecho de una pasta especial. Piden desde un pastor para Villanueva del Río y Minas que esquile ovejas hasta un músico que toque la batería y sepa también de iluminación pasando por un empleado de hogar especialista en cocina marroquí o candidatas para un rodaje de películas de lucha femenina.
Pero como los puestos de trabajo son pocos y hay quien hasta se los rifa, la mayoría le echa valor y se atrevería con lo que sea. Así ha sido siempre para Irene Santos, que es licenciada en Pedagogía y que trabaja en "lo que va saliendo". No hace ni un mes que ha perdido su trabajo como cuidadora en una residencia para discapacitados psíquicos y confía en encontrar "algo de lo mío" para poder seguir pagando la hipoteca.
A falta de ofertas, hay quienes optan por ofrecerse para cualquier trabajo y también en esto cada uno tiene sus truquitos. "Soy un chico de 17 años sin experiencia ni estudios con muchas ganas de trabajar", asegura un joven de Camas en internet. También están los que van más allá y simplemente colocan carteles en cualquier farola con un "Persona responsable se ofrece para trabajar" y un número de teléfono.
Si nada de esto funciona siempre queda tirar de agenda y recordarle a unos y a otros aquel favorcillo que un día quedó pendiente o ¿por qué no? encomendarse a San Pancracio y esperar que obre el milagro. Suerte.
