A diferencia del presidente de EEUU, George W. Bush, que volvió a impedir la salida de las tropas de Irak, hay militares que no desean estar en suelo iraquí. Las deserciones en el Ejército de EEUU crecieron abruptamente desde el inicio de la guerra, el 20 de marzo de 2003. Además, se ha disparado el número de suicidios en las tropas.
Tras seis años de conflicto armado en Afganistán e Irak, el número de soldados que han abandonado las filas es el más alto desde 1980. El dato más acuciante se ha producido en el último año fiscal -que comprende hasta el 30 de septiembre de este año-, en el que desertaron 4.698 soldados, casi 2.500 más que en el año anterior. Una parte considerable de esos desertores huyeron a Canadá para eludir la posibilidad de un castigo.
Según los expertos, las cifras son inferiores a las de las deserciones que se produjeron durante la guerra en Vietnam hace más de 30 años, cuando EEUU mantenía la proscripción obligatoria. Sin embargo, admitieron que ha aumentado progresivamente en los últimos cuatro años y que ese aumento fue el año pasado del 42%.
Las deserciones se deben, en general, a la incapacidad de adaptarse a la vida militar, su homosexualidad o razones de salud como depresión o estrés. Sin embargo, el informe de la cadena CBS incluyó entrevistas a desertores en Canadá que indicaron su rechazo al conflicto en Irak.
El sargento Phil McDowell explicó que pidió la baja tras servir en una ocasión en Irak y que su solicitud fue denegada. "La razón fue que iba a ser enviado otra vez a Irak y yo no estaba de acuerdo", señaló, a la vez que matizó que hubiera ido a Afganistán.
Más bajas. Este informe coincide con otro en el que se detectó un aumento de suicidios entre los veteranos de guerra. La investigación realizada durante cinco meses en 45 estados del país afirmó que 6.256 estadounidenses veteranos de guerra se quitaron la vida en 2005, es decir, una media de 120 muertos a la semana.
Con ello, se determinó que había el doble de posibilidades de que un veterano se suicidara en comparación a otros estadounidenses. Además, destaca que el mayor número de suicidios sea entre 20 y 24 años.
"Esas cifras indican que existe una epidemia de problemas de salud mental entre los veteranos de guerra", dijo Paul Sullivan, un promotor de los derechos humanos. En cambio, Ira Katz, de la División de Salud Mental del Departamento de Asuntos de Veteranos, descartó esta epidemia de suicidios entre ese grupo de ex militares.
Violencia. Mientras, en Irak, prosigue el goteo de muertes. La Policía iraquí halló osamentas de 30 personas que fueron asesinadas supuestamente por grupos armados en el sur de Bagdad. Además, las tropas de Estados Unidos mataron a ocho terroristas. Seis de ellos murieron en los combates desarrollados en Samarra, a 120 kilómetros al norte de la capital iraquí, mientras que los otros dos perdieron la vida en una redada de las tropas de la coalición contra reductos de la red terrorista Al Qaeda al sur de Bagdad.
