Local

Se ha recuperado la serenidad

La reunión del pasado miércoles entre el presidente del Gobierno y el líder del PP tuvo un resultado bastante mejor del que se podía prever porque, como poco, ha supuesto el fin de una larga etapa de crispación, que no sólo ha afectado a los dos grandes partidos nacionales...

el 15 sep 2009 / 08:41 h.

La reunión del pasado miércoles entre el presidente del Gobierno y el líder del PP tuvo un resultado bastante mejor del que se podía prever porque, como poco, ha supuesto el fin de una larga etapa de crispación, que no sólo ha afectado a los dos grandes partidos nacionales, sino que se ha reflejado peligrosamente en el ensamblaje institucional - miremos lo que ha ocurrido con el Tribunal Constitucional - e incluso había llegado a niveles de pugna ideológica o partidista, entre la propia ciudadanía, nunca vistos en los últimos treinta años.

Además de este efecto tranquilizador, en cuanto a las relaciones entre gobierno y oposición, se han conseguido dos acuerdos importantes. Uno, el relativo a la normalización de la justicia, con el compromiso de renovación para septiembre del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, terminando con un periodo de bloqueo por intereses partidistas, que a muchos ciudadanos les ha creado serias dudas sobre la imparcialidad e independencia judicial, y eso resulta muy peligroso porque afecta a una de las garantías básicas del funcionamiento democrático.

Pero la mejor noticia ha sido la recuperación del frente común contra el terrorismo, cuya ruptura, evidenciada en múltiples ocasiones durante la legislatura pasada, creaba una situación de ventaja para ETA y su entorno, cuya estrategia, entre otras cosas, pasa claramente por convertirse en un elemento de división interno entre la sociedad española. Y esto es bastante más demoledor, a largo plazo, que los efectos de cualquier bomba. Ahora ETA sabe que la lucha contra ellos cuenta con el respaldo del gobierno y de la oposición, y que eso le cierra la puerta a cualquier intento de negociación. Podrá seguir amenazando, e incluso matando, pero ahora sabe que la única salida que tiene es la rendición porque, haga lo que haga, no le va a servir como medida de presión y que ha desaparecido como interlocutor. Por supuesto que tendremos que seguir preparados para lo que puedan intentar, y lo harán, pero ahora tenemos la seguridad de que será doloroso pero inútil.

Quedan las espadas en alto en el terreno económico y, en concreto sobre las fórmulas que cada uno considera más adecuadas para hacer frente a la crisis que estamos sufriendo y que, según todos los indicadores, se agravará para el año próximo. Pero esta diferencia de criterios es algo lógico, porque se sitúa en el terreno en el que PSOE y PP - igual que sus partidos correligionarios en las democracias occidentales - basan sus diferencias fundamentales, es decir, en la política económica, así que un acuerdo en este tema era esperar demasiado. Lo importante es que se ha recuperado la serenidad.

Periodista

juan.ojeda@hotmail.es

  • 1