Aunque parezca ciencia-ficción, un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de Georgia, en EEUU, está trabajando en un sistema para fabricar tejidos que generan electricidad cuando se estiran, friccionan, o simplemente se mueven por la acción del viento
Esto permitirá que algún día no muy lejano, las ropas que se utilicen y que estarán fabricadas con tejidos tecnológicos producirán energía suficiente para recargar, por ejemplo, un reproductor de mp3 o un teléfono móvil.
El estudio, publicado en la última edición de la revista Nature, se basa en el llamado efecto piezoléctrico, conocido ya en el siglo XIX pero que está siendo redescubierto ahora en numerosos proyectos para generar energías limpias.
Un ejemplo, los ferrocarriles japoneses están investigando con alfombrillas que transforman la presión de las pisadas de los millones de viajeros que circulan en ellos por estaciones y andenes en electricidad utilizable.
La ropa fabricada con este material no será más pesada que nuestras prendas habituales, y estas telas podrían usarse también para fabricar cortinas o estructuras, como tiendas de campaña, que generen electricidad al captar el movimiento del viento o la vibración del sonido.
Los tejidos tendrán también numerosas aplicaciones en el campo militar , ya que el estudio está parcialmente financiado por el gobierno estadounidense.
"Harán falta cinco años o más para su comercialización porque todavía hay muchos retos que superar" afirmó el director de la investigación.
