Superados los 50.000 habitantes en el censo, el jefe de la Policía Local analiza el pasado, presente y futuro de esta ciudad del Bajo Guadalquivir.
-¿Cuáles son las principales demandas que, en el ámbito de su trabajo, afronta Utrera, superados ya los 50.000 habitantes?
-Pese a haber alcanzado los 50.000 habitantes en el censo ahora, desde hace ya años Utrera contaba con esos ciudadanos. Lo más común son los servicios preventivos, que lógicamente se han visto incrementados. Por ejemplo los de vigilancia y prevención en puntos y horarios determinados, además de los programados fijos: colegios, atención del depósito municipal carcelario, control de tráfico e infracciones...
-¿Qué dificultades encuentra hoy día la Policía Local para desarrollar su trabajo?
-Sobre todo, la saturación a la hora de atender peticiones que coinciden en el tiempo. El número de agentes es limitado -la plantilla total tiene entre 65 y 70- y los recursos son los que hay, no se pueden multiplicar.
-¿Son suficientes los medios con los que cuenta la Policía Local en la actualidad?
-Los recursos nunca son suficientes. Cuando existen medios y no hay demanda, se pueden ofrecer más servicios en materia de prevención. Otras veces sólo podemos atender lo que ocurre en ese momento en la ciudad.
-¿La Policía de Barrio podría atender con efectividad la demanda de estos servicios?
-Mi deseo es que Utrera cuente con una Policía de Barrio con entidad suficiente porque, cuando se implanta en condiciones, da los resultados esperados, es decir, a través de la prevención se disminuye la demanda. Es un proyecto cuya implantación plena, a día de hoy, es difícil, porque implica una inversión importante, y ahora sólo se puede atender parcialmente. Pero se irá incrementando paulatinamente.
-¿El incremento poblacional provoca también un mayor número de delitos?
-El número de delitos, sí; la tipología, no. Pero, en Utrera, la situación se mantiene a unos niveles normales.
-Con 34.000 vehículos, ¿es tan grave el problema de tráfico en Utrera como parece?
-Sí, y se agrava por la falta de conciencia ciudadana de que el uso masivo del vehículo es un problema. Igualmente, el parque móvil es amplísimo y el territorio ha cambiado poco, lo que implica una densidad mayor.
-¿En qué ha cambiado Utrera en estos años?
-Precisamente, algo de lo más importante es el tráfico. Del mismo modo, ahora la gente cuenta con más información sobre cuáles son los servicios que pueden solicitar a la Policía Local. Mi objetivo, es establecer un plan estratégico integral para la Policía Local en el que, entre otras cosas, se dé a conocer a los ciudadanos una carta de servicios disponibles.
-¿Qué imagen cree que tienen los ciudadanos de la Policía Local de Utrera?
-Depende de la relación previa que haya tenido con el cuerpo. Si es ajeno, posiblemente vea a la Policía Local como represora. Nosotros pretendemos hacer ver que nuestra función real es la prevención, la ayuda y el servicio, además, lógicamente, de la represora, porque no puede faltar.
-Hablando de sanciones, ¿se multa poco en Utrera?
-Se ponen las multas que se puede, aunque podrían ser muchas más. Pero, si se estuviera continuamente denunciando, se dejarían de hacer otras actividades y prestar otros servicios. No obstante, en 2008 se abrieron más de 12.000 expedientes por denuncias relacionadas con el tráfico.
