Economía

«Se puede ahorrar en hospitales; la farmacia ya sufre suficientes palos»

La presidenta de la cooperativa de distribución farmacéutica Cecofar, Sofía Fuentes del Río, cree que hay más vías de ahorro en el gasto de Sanidad al margen de los continuos recortes que soporta su sector.

el 14 nov 2010 / 20:10 h.

Sofía Fuentes del Río, en la sede principal de la cooperativa de distribución farmacéutica, ubicada en Sevilla.

-En las épocas de crisis económicas, y en las que no lo son, el gasto farmacéutico es objeto de la tijera de la Administración. Tras los últimos recortes en los precios de referencia de los fármacos y la apuesta por los genéricos ¿Cuál es la temperatura de su sector?
-El sector entero está mal, desde el principio, los fabricantes, hasta el final, la distribución y las farmacias, porque los recortes se anuncian a mitad de año y sin negociar. ¡Tenemos que ajustar los presupuestos de nuestras empresas cada dos por tres! Desde comienzos de año tratamos de ajustar los gastos, hay algunos que sí se pueden bajar, otros también a medio y largo plazo pero no al minuto, y unos terceros imposibles ya de hacerlo.

-¿Dónde recortar?
-Puedes gestionar mejor y renegociar los contratos, aunque en una empresa de distribución farmacéutica, donde los principales gastos son transporte y personal, es complicadísimo ajustar más.

-¿De veras sin negociar?
-Sí, de la noche a la mañana, impuestos, y desde Economía, ni siquiera desde Sanidad. Por ejemplo, en 2010 nos han asediado con tres decretos, uno detrás de otro. Cortar por lo sano es muy fácil.

-¿Quién mete más la tijera, la Administración central o la autonómica?
-Las dos. Primero ordeña una y después, la siguiente. Cada una quiere ponerse su medalla. La primera no aprieta, saca por decreto. Con la segunda intentas consensuar, pero hasta cierto límite, porque llega un momento en que demuestra qué fuerza tiene, pues al fin y al cabo es la que paga la factura.

-Pero el farmacéutico siempre tiene clientela, no se queja.
-Batallas que sabes que no vas a ganar mejor no iniciarlas. Pero no quiere decir que no nos afecte la crisis actual, lo está haciendo y mucho, con farmacias que, con los últimos recortes, perderán hasta el 44% de su beneficio, y encima son las más débiles.

-¿Un genérico cumple idéntica función que la medicina llamémosle de marca, con precio más elevado?
-Teóricamente sí. Evaluarlo no nos corresponde, sino a las administraciones y a los médicos.

-¿No es necesario una mayor racionalización del gasto farmacéutico? Pensemos en aquellas personas que, quizás sin necesitarlo, están cada dos por tres en el médico...
-No me corresponde tampoco valorarlo. Cuando alguien sale del médico con una prescripción, presupongo que la necesita. Cuando se habla de racionalización, no sé a qué se refieren. Obligación del médico es recetar cuando el enfermo lo necesita, y nosotros dispensamos aquello que ha sido recetado. En mi cabeza no cabe ir al médico sólo por capricho.

-¿Más liberalización de las farmacias?
-No nos han liberalizado porque les saldrían peores las cuentas. Si hay más liberalización, ¿podrían haber impuesto los últimos decretos de recortes o fijar los precios? Libertad para todo, ¿no? ¿O sólo para unas cosas, las que convengan, y no para otras?

-Y para los usuarios, ¿sería mejor una liberalización?
-Para nada. Al estar regulado, uno no se coloca donde le apetece, sino con un reparto geográfico determinado. En muchas ocasiones no es el que más te gustaría, porque hay barriadas y pueblos sin atractivos para instalarse. Ahora, el usuario tiene un servicio magnífico. Hay una farmacia a cada 250 metros y, al ser privada pero de interés público, se procura tenerla bien abastecida y atendida...

-A quienes dicen que las medicinas son caras, ¿usted qué les replica?
-¿Qué son caras? ¡Si llevamos cuatro o cinco años bajando precios! Comparadas con el resto de Europa, baratísimas. 0,84 euros vale una caja de paracetamol de 40 comprimidos. ¿En España qué vale 0,84 euros? Las chucherías. Es el Ministerio el que pone los precios, nosotros somos un sector intervenido. Cuando se habla de liberalizar, habría que hacerlo en todos los sentidos, no sólo de las distancias entre las farmacias. Si quitan la distancia y la referencia de farmacias por número de habitantes, quien más lo sentirá será el usuario.

-En los pueblos se ve a los farmacéuticos como personas adineradas...
-Es un tópico. Hasta la receta electrónica, un dineral, la costeamos nosotros, porque la Administración no ha puesto ni un euro. Si hay más recortes, la mitad de las farmacias cerrará. Siempre miramos al mismo lado, al canal. La Sanidad no es sólo industria, distribución y farmacia, hay más cosas que pueden aplicar ahorros de costes, como los hospitales. A nosotros nos han dado un palo fuerte, y a ver cuáles son sus consecuencias. Lo que no puedes pretender es que, con más usuarios, el sistema sanitario te salga más barato.

«El paro no existe en el colectivo de farmacia»

-¿Por qué el sector de la distribución farmacéutica se constituyó como cooperativa?
-Porque hubo momentos en que no teníamos medicamentos. Cuando el sector no está en manos del sector, no es un sistema solidario. Yo le cobro igual a una farmacia que me cuesta tres veces más llevarle el medicamento que a otra que está en la esquina de mi puerta. En cambio, los intermediarios no se guían por ese criterio de solidaridad, sino por el beneficio, de forma que algunas farmacias tendrían fármacos y otras no, con farmacias de primera y de segunda y, por tanto, usuarios de primera y usuarios de segunda. Los medicamentos estaban en manos de los drogueros, que eran los intermediarios entre los laboratorios y las farmacias y los distribuían a los que querían, como querían y bajo las condiciones económicas que querían. Y la clase se rebeló. Sería ahora impensable que un farmacéutico de pueblo tuviera menos derechos que otro de ciudad.

-¿Y ese modelo de cooperativa sigue siendo válido en la actualidad?
-Sí. En España, el 80% de la distribución está en manos de cooperativas. Somos 3.000 socios de Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura y Ceuta. Todos tienen el mismo precio, tanto el que está en Las Hurdes como el que está en Sevilla capital, a pesar de que los costes no son los mismos.

-¿Hay mercado suficiente para absorber a los alumnos de Farmacia?
-Ahora mismo cuesta trabajo encontrar a un farmacéutico para que trabaje en una farmacia. Paro no hay en nuestro sector. Es una buena salida profesional.

-¿Los farmacéuticos os consideráis poco valorados?
-Cada vez estamos más valorados. Se valora tu farmacia, no la farmacia con mayúsculas. Yo así lo siento. Hay pueblos alejados con 600 habitantes que tienen una farmacia. Una realidad que nadie cuenta.

-¿Le llaman la boticaria?
-Sí. Se trata de una relación muy personal.

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