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Se suicida tras asfixiar a su hija y matar a hachazos a su madre

El padre de la pequeña halla los tres cuerpos en el domicilio de su ex en Sorbas.

el 15 feb 2010 / 14:05 h.

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El escenario del crimen es un cortijo de la pedadía de El Mayordomo, donde residían muchos extranjeros.
Enrique González, de 40 años, esperaba el domingo a su pequeña Alicia, de cuatro, para ver el desfile de Carnaval de Sorbas (Almería). Enrique, electricista del pueblo, llevaba un año separado de la madre de su hija, Marina Gijsels, de 36 años y de origen belga. Se extrañó de que la mujer no le llevara a la niña como habían acordado, y empezó a inquietarse al no localizar a su ex pareja tras varias llamadas a su teléfono móvil. Por ello, decidió acudir al domicilio de madre e hija, un cortijo en la pedanía de El Mayordomo que la pareja levantó en una urbanización habitada en su mayoría por extranjeros, y en la puerta encontró un cartel manuscrito que le indicaba que podía encontrar llaves de la vivienda en casa de una vecina de la barriada. Allí se trasladó para pedir la llave y que le acompañaran a entrar en la casa. En el interior encontró una escena dantesca: a su hija asfixiada, a su ex mujer ahorcada y a la madre de ésta -identificada como S.B., también belga, de 67 años y que pasaba unos días con ellas- asesinada a hachazos.

Las primeras investigaciones apuntan a que Marina acabó con la vida de su madre y su hija y luego se suicidó. Cuando Enrique y un vecino que le acompañó hallaron sus cuerpos, sobre las 20.30 horas del domingo, las tres llevaban varias horas muertas, e incluso no se descarta que el crimen se produjera a última hora del sábado. Fue una vecina de la zona quien alertó a los servicios médicos y a la Guardia Civil, quienes tan sólo pudieron certificar la muerte de las tres mujeres e iniciar la investigación para esclarecer las circunstancias del doble crimen.

Posible marcha. El alcalde de Sorbas, José Fernández, apuntó que no "se tenía conocimiento de que hubiera malos tratos ni violencia de género" ni tampoco de que la presunta asesina padeciera alguna enfermedad o depresión. Sin embargo, sí confirmó que el pasado viernes, la mujer -que hablaba varios idiomas y había trabajado hace poco como monitora de cursos de formación en Almería capital- acudió al Ayuntamiento para pedir información "de cómo darse de baja en el padrón" del municipio, en el que estaba inscrita junto a su hija -que tiene la nacionalidad española- desde 2002. El regidor señaló que este hecho no levantó ningún tipo de sospechas entre los empleados municipales.

Marina no llegó a hacer los trámites, pero los investigadores tratan de confirmar si tenía pensado regresar a su país con la niña y ése era además el motivo de la visita de su madre. Al parecer, Marina había estado hace poco en Bélgica durante un par de meses por una enfermedad de su madre y, en ese tiempo, la pequeña Alicia estuvo vivienda con su padre. Según los vecinos de El Mayordomo, la pareja mantenía una buena relación.

Conmoción. La conmoción en este pueblo de apenas 2.800 habitantes ha sido tal que el consistorio ha decretado tres días de luto oficial y ha suspendido el Carnaval. La familia es muy conocida en el pueblo porque el abuelo paterno de la pequeña asesinada fue empleado municipal hasta "hace un mes que se jubiló", según destacó el alcalde. Al conocer la noticia, tuvo que ser atendido de urgencia en el centro de salud para "darle un tranquilizante". Toda la familia del padre, también conocido en la localidad por su oficio, se encuentra "destrozada" por lo sucedido.

Sorbas es un municipio del Levante almeriense ubicado a unos cien kilómetros de la capital y la pedanía de El Mayordomo dista unos siete kilómetros de la localidad. Este pequeño núcleo apenas cuenta con una decena de casas, la mayoría de ellas habitadas por extranjeros. Enrique González y Marina Gijsels levantaron juntos allí, y con sus propias manos, el cortijo en el que desde la separación de la pareja residían madre e hija.

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