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Se traspasa el belén

La inmobiliaria sevillana Pepa & Adela ha puesto en su escaparate del Centro un nacimiento cuyas casas y tiendas están todas en venta o en alquiler. ¿Tan lejos ha llegado la crisis? Sus dueñas lo cuentan todo.

el 04 dic 2009 / 22:13 h.

Si sube por la calle Orfila para comprarse un disfraz de Rey Mago en Pichardo, arreglarse el traje para fin de año en Trimber, comprarse un misterio en el Dado de José Gestoso o visitar la iglesia de San Andrés, a la que hace tanto tiempo que no va, acuérdese de adentrarse en el Pasaje de los Azahares hasta la inmobiliaria Pepa & Adela. En su escaparate, estas dos amigas y socias han colocado un nacimiento único en Sevilla: todas sus casas y tiendas se venden, se alquilan o se traspasan. "Menos el portal, que lo hemos respetado", dice Adela Gutiérrez. Hasta el pozo. ¿Será por la crisis? En parte, sí.

Pero el gesto también tiene algo de acción de gracias. Sevilla se está llevando su trozo del pastel (un poco pobretón, pero pastel al fin y al cabo) de la recuperación del sector inmobiliario en España, del cual dicen los últimos datos del Colegio de Registradores que el negocio ha subido un 10% en el tercer trimestre de 2009, con un total de 110.709 compraventas de viviendas (55% nuevas, 45% usadas). "La cosa sigue estando muy dura", confiesa Adela y corea Pepa Aznar, "pero parece que algo está despuntando, porque vaya racha mala que hemos pasado: en todo 2009 no ha sonado ni un teléfono en la inmobiliaria hasta este último trimestre. Y la razón no la sé, porque los precios no han bajado contra lo que se piensa la gente".

El negocio de Pepa y Adela es un sorprendente y acogedor caso de establecimiento familiar, tan distinto de ese piélago de comerciales encorbatados y ultraocupados que, móvil en oreja, poblaban el universo inmobiliario de la ciudad hasta la gran espantada en masa de hace un año. "Hay quienes nos dicen que parece una floristería", cuenta Adela. A algunos clientes subimos a ponerles la lavadora que no les funciona; otros nos traen pasteles y se sientan con nosotras..." A veces hacen cuatro o seis visitas al día con los clientes; otras, ni una. Aguantan el tipo como lo han aguantado toda la vida estas pequeñas empresas tan vapuleadas por toda clase de tempestades, impuestos y desplomes económicos. Y de esa experiencia están sacando varias conclusiones muy curiosas: una de ellas es que también se observa especulación hoy día en la adquisición de viviendas. "Lo hacen esperando colocarlas luego más caras." Nadie escarmienta.

"Los precios no han bajado", van comentando ambas, al alimón. "Lo que sí se ve es que los propietarios ahora están escuchando ofertas. Los que las escuchan, venden". Ellas atienden, sobre todo, el Centro. Lo que más andan buscando ahora por esa zona los posibles compradores son apartamentos de un dormitorio que no lleguen a los 180.000 euros, o bien pisos de tres dormitorios con garaje, por los que están dispuestos a pagar hasta 420.000 euros ("y se venden por 510.000", señala Pepa). En resumen: un gestor inmobiliario podría enseñar a toda una clase de pastorcillos el concepto Marimorena. Y, en este caso, hasta indicarles a qué escaparate hay que ir a cantarla.

De utilidad:

La inmobiliaria: Pepa & Adela, en  la calle Angostillo, 2 (Pasaje de los Azahares, local 11).
Cuánto se llevan de porcentaje: Un 3%, que es lo suyo.
Qué zonas del Centro son las que más quieren ahora los clientes: Sobre todo, el Arenal. También la Magdalena, la zona más noble de San Lorenzo y Canalejas.
Cuáles no quieren ni en pintura: Lo tienen clarísimo: la Encarnación. No está nada de moda.
Dónde están las viviendas más baratas: Santa Catalina ofrece los precios más arregladitos.

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