Los sindicatos de enseñanza (6 de 8) han convocado ya dos veces al profesorado a una huelga contra el decreto que retira los privilegios de colocación a los interinos. La segunda fue ayer y tuvo menos repercusión que la primera: un 3% según la consejería, un 45% según los convocantes. Aún así, los sindicatos mantienen una tercera huelga prevista para forzar a la Junta a retirar la ley que primará la nota sobre el tiempo de servicio en las oposiciones.
El alcance que tiene una huelga es difícil de determinar si se tiene en cuenta que las partes implicadas ofrecen cifras dispares del seguimiento. Tan dispares que es difícil, incluso, calibrar un porcentaje intermedio. La Consejería de Educación cifró ayer el seguimiento del paro de interinos en un 3% del profesorado en toda Andalucía.
En cambio, los sindicatos convocantes -CCOO, ANPE, CSI, SADI, CGT y Ustea- dijeron que había participado un 45% de los docentes. Con todo, la huelga podía contabilizarse en las ocho concentraciones previstas a las 12.00 horas de ayer frente a las delegaciones provinciales de Educación. En Sevilla, la Policía estimó que la protesta había aglutinado a menos de cien docentes.
Unos 15.000 profesores interinos estaban llamados a la huelga de ayer y volverán a ser convocados el próximo miércoles. Los sindicatos quieren presionar a la consejería para que retire el decreto que modifica el sistema de ordenación de la bolsa de interinos y la selección de profesores en las oposiciones.
Según esta norma, aún por aprobar, la nota del examen tendrá más peso ahora que el tiempo trabajado en la escuela, un cambio radical en el sistema de acceso a la función pública docente que ha funcionado en los últimos 20 años. No obstante, este aspecto no se implantará hasta que los interinos actuales (unos 11.000, según la Junta, casi el 12% de la plantilla docente) hayan logrado una plaza fija con el modelo de examen antiguo.
La nueva consejera Mar Moreno se reunirá mañana con los sindicatos de la mesa sectorial y ya ha anunciado que está dispuesta a revisar el borrador del decreto, pero advierte que ya existe un acuerdo firmado con UGT que habrá que respetar. Según este documento, se buscaría un equilibrio entre el peso de la nota y el de la experiencia del candidato a una plaza de profesor.
