Siete familias "sin recursos" han protagonizado una nueva ocupación en Sevilla con el apoyo del movimiento 15-M. El "realojo" se produjo el jueves en un edificio vacío de Triana, aunque no fue hasta la tarde de ayer cuando se dio a conocer la noticia. Se trata de familias que han sido desahuciadas por la crisis, y cuyos miembros están todos en paro sin prestación económica alguna.
La de Triana es la quinta corrala en activo -tras desalojarse La Alegría de Feria-, y la segunda que se habilita en la ciudad en las últimas 48 horas . En esta ocasión se ha denominado La Libertad, y cuenta con una persona con discapacidad física, una niña de un año y dos adolescentes. El bloque de tres plantas de la calle Evangelista estaba vacío "desde hace varios años". Fuentes del 15-M señalaron que es propiedad de Quisemar Integral S.L., está "declarado como de domicilio desconocido por las autoridades tributarias y tiene varios embargos pendientes en los juzgados". El edificio cuenta además con varias hipotecas concedidas por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Extremadura, que "desde 2009 se encuentra en trámites de ejecución de la hipoteca".
El inmueble no tiene luz ni agua , por lo que los nuevos vecinos recibieron ayer varias garrafas de agua y algunos víveres por parte de la veintena de personas que se acercaron hasta la zona para mostrarles su apoyo: "Le hemos subido comida y agua, mucha agua, que la van a necesitar para todo", comentó María, activista del movimiento 15-M, que explicó el significado de los tenedores que colgaban de las rejas del balcón: "No son propietarios, son tenedores. No quieren una casa en propiedad, sino vivir en una casa. De ahí los tenedores".
Desde la altura, uno de los inquilinos colocaba junto a la pancarta de la nueva corrala un cartel con el número del Gordo de Navidad (76.058) y la siguiente leyenda: "Primer Premio/ No es suerte, es un derecho". Al grito de "me ha tocado", todos aplaudieron. En su interior, Brigitte, una de las nuevas vecinas, detallaba la situación dramática de su casa: "Tenía una empresa de construcción y dos pisos. Paradojamente me lo quitaron todo cuando quebró el negocio. Somos gente trabajadora, y queremos trabajar, no mendigar". Su marido tiene discapacidad física y necesita un cuidado especial. Razón de más para reclamar un techo: "Queremos una vivienda digna con un alquiler social, asequible a los ingresos familiares. ¿La Nochebuena? La pasaremos aquí como podamos, y a expensas de la solidaridad de la gente. Ahora somos todos una única familia, una piña", confesó Brigitte.
Sobre las seis de la tarde las luces azuladas de un coche patrulla de la Policía Local hicieron saltar las alarmas. El vehículo pasó de largo, pese a que fue recibido con aplausos por las personas concentradas. "Increíble. Han pasado de nosotros", comentaban desde la acera tras la experiencia vivida con la ocupación de un bloque en la calle Lumbreras, en la Alameda, en la que hubo carga policial y hasta cinco detenidos, entre ellos una cámara de televisión. En esta ocasión no hubo que lamentar ningún incidente.
