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Seis detenidos en Andalucía en una operación contra tráfico de anabolizantes

Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han detenido a once personas en varios puntos de España, cinco de ellos en Cádiz y uno en Málaga, en una operación conjunta que ha permitido desmantelar una red internacional de distribución ilegal de anabolizantes en gimnasios.

el 25 ene 2010 / 10:17 h.

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Según ha informado hoy la Policía catalana, la operación se inició en marzo pasado, al cruzarse sendas investigaciones paralelas de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Civil, y se ha saldado con once detenidos, cinco en Cádiz, cinco en Cataluña (en Martorell, Masquefa, Badalona, Begues y Castelldefels) y uno en Málaga.

 

En los registros practicados en varias localidades españolas y portuguesas, los agentes han intervenido 15.000 dosis de esteroides y anabolizantes -algunos envasados y etiquetados en ruso y árabe-, cuyo uso está prohibido sin un control médico adecuado, ya que puede provocar graves consecuencias para la salud, como tumores hepáticos, retención de líquidos e hipertensión arterial.

Entre los medicamentos intervenidos se han hallado algunos falsificados -su composición real no se corresponde con lo que figura en sus etiquetas-, con el riesgo que ello comporta para la salud de las personas que los ingieren.

La operación, que se enmarca en los dispositivos de control contra el tráfico y consumo de productos dopantes, se mantiene abierta, ya que se está analizando la documentación intervenida, por lo que no se descartan más detenciones.

Al parecer, los dos máximos responsables de la red, que vivían en Martorell (Barcelona) y Cádiz, recibían encargos de clientes para que les suministrasen las sustancias prohibidas, por lo que se ponían en contacto con sus proveedores en Portugal y les facilitaban los datos de sus clientes en España.

Gracias a la colaboración de la Autoridad para la Seguridad Alimentaria y Económica de Portugal, los agentes han descubierto que los proveedores portugueses enviaban directamente los productos pedidos por los clientes, con lo que se evitaba que los intermediarios aparecieran en el rastreo de los envíos.

Cuando las sustancias llegaban a su destino, los clientes ingresaban el dinero acordado -siempre con imposiciones menores a 3.000 euros para despistar una posible investigación financiera-, en cuentas corrientes de los responsables de la red, utilizando nombres ficticios.

En los registros, practicados en 39 domicilios, comercios de complementos nutricionales, gimnasios y almacenes de Barcelona, Cádiz, Málaga y varias localidades portuguesas, se han intervenido, además de los esteroides y anabolizantes, embalajes y prospectos preparados para empaquetar medicinas y venderlas en el mercado clandestino, así como sistemas informáticos.

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