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Seis detenidos en lo que va de año por simular ser víctimas de robos con armas de fuego

Uno dijo que fue secuestrado para que no declarara en un juicio, cuando él juzgado era él

el 05 may 2014 / 21:49 h.

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Agente de la Policía Nacional ordenadorRobos con armas de fuego, bandas violentas y hasta un secuestro para evitar un testimonio en un juicio contra narcotraficantes. Estas son algunas de las mentiras que algunos comerciantes y particulares se llegan a inventar para cubrir un robo perpetrado por ellos mismos o para poder cobrar el seguro. La Policía Nacional ha detenido a seis personas en lo que va de año por hechos de este tipo y recuerda que se trata de un delito que, además, resta medios materiales y humanos para investigar aquellos casos que son verdaderos. En el primer cuatrimestre del año, según informó ayer la Policía Nacional en un comunicado, seis personas fueron detenidas por ser los presuntos autores de estafas y simulaciones de delitos. El nexo común entre todos ellos es que los detenidos denunciaron haber sido víctimas de robos extremadamente violentos por parte de uno o varios agresores, que emplearon armas de fuego para intimidarlos. La primera denuncia hace referencia a hechos ocurridos en diciembre de 2013, en la que dos empleados de una cervecería de Nervión aseguraban que a la hora de cerrar «dos individuos encapuchados se introdujeron» en el local y «apuntándoles con una escopeta de cañones recortados y una pistola, sustrajeron la recaudación». También en diciembre, un joven de Torreblanca denunció que cuatro desconocidos «le habían abordado» por la calle y tras vendarle los ojos lo trasladaron a la fuerza a un piso desconocido. Allí llegó a estar retenido durante cuatro días para, según relató, no compareciera como testigo en un juicio por narcotráfico. Tras las averiguaciones de los agentes resultó que el supuesto «testigo», era el que iba a ser juzgado por amenazas graves a la actual pareja de su exnovia. Al final, descubrieron que el joven no fue a la vista, sino que estuvo en su casa «haciendo vida normal», según varios testigos. Ya en enero, el conductor de una furgoneta de reparto acudió a denunciar que cuando estaba trabajando en un polígono fue abordado a través de la ventanilla del vehículo por dos personas que le mostraron una pistola para intimidarle. «Si no me das la cartera te pego un tiro», le dijeron antes de sustraerle la recaudación del día. En Marzo, el empleado de un bar de manifestó que dos varones, de los que incluso dio una detallada descripción tanto del físico como de las vestimentas y de la pistola que empleaban. En la denuncia constaba que asaltaron el establecimiento «para robarle la recaudación, su teléfono móvil y diez botellas de bebidas alcohólicas». Por otro lado, en Abril se produjo la cuarta denuncia consecutiva del propietario de un bar del Distrito Sur, por lo que para los investigadores era un modus operandi que consistía en realizar estas denuncias falsas de manera sistemática todos los meses. Al tratarse todos ellos de casos de bastante gravedad, «el trabajo policial fue inmediato y exhaustivo». Tras estas diligencias, los investigadores encontraron «un elevado número de incongruencias», que se hicieron «más evidentes» con las pesquisas realizadas. Finalmente, «quedó ampliamente demostrado que los ilícitos denunciados no habían tenido lugar». Los agentes pudieron demostrar que los hechos denunciados eran en realidad «una serie de acciones realizadas» por ellos mismos para «sustraer el dinero de la caja de los establecimientos donde estaban empleados, o bien, por parte de los dueños para defraudar al seguro». Los seis detenidos quedaron en libertad con cargos tras declarar ante la Policía.

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