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Seis meses buscando el consenso

José Castro cumple medio año como presidente del Sevilla y cuenta, de momento, con más aciertos que errores.

el 03 jul 2014 / 12:00 h.

José Castro y Unai Emery, brindando en la caseta de la peña Macarena durante la pasada edición de la Feria. / Raúl Caro José Castro y Unai Emery, brindando en la caseta de la peña Macarena durante la pasada edición de la Feria. / Raúl Caro Desde el primer momento quiso dejar claro que impondría su propio estilo en el club, y hasta ahora lo está consiguiendo. José Castro Carmona cumple ahora seis meses en la presidencia del Sevilla Fútbol Club y de momento sus aciertos ganan a sus errores, que también los ha habido. Ahora se ha marchado unos días de vacaciones para reponer fuerzas de cara a la próxima temporada y descansar de unos meses cargados de emociones que comenzaron con un club completamente convulsionado y que terminaron con un título europeo. Su mandato comenzó el pasado 14 de enero y desde el primer momento dejó claro que no le temblaría el pulso a la hora de tomar decisiones. Desde que arrancó su mandato ha intentado buscar la paz social en el Sevilla y que la salida de José María del Nido no hiciera estallar por los aires el consenso que ha reinado en el sevillismo durante los últimos y que tan buenos frutos –deportivos y económicos– ha dado. José Castro tuvo un gran gesto con el expresidente Roberto Alés, al que ha tributado un gran homenaje para que todas las fuerzas vivas del sevillismo estén más unidas que nunca y para que nadie olvide cómo estaba el club no hace demasiados años. También quiere Castro que todos aquellos que se consideren de la casa sean bien recibidos en Nervión cuando vuelvan. Y así lo hizo con el jugador del Real Madrid y canterano del Sevilla, Sergio Ramos. Le organizó al jugador un homenaje en el Sánchez-Pizjuán para que el camero recibiera, por fin, el aplauso de la grada sevillista. Tanto lo agradeció el jugador ya que no pudo reprimir las lágrimas. Seguramente llegó tarde, bastante, pero el homenaje llegó. Esté o no esté de acuerdo con la forma que Sergio Ramos dejó el club, Castro ha sabido anteponer el cargo de presidente a sus sentimientos personales como sevillista. Con la salida de Ivan Rakitic ha hecho prácticamente lo mismo. Aquí puede encontrarse probablemente su gran error de los últimos seis meses:asegurar que la renovación del croata estaba prácticamente cerrada a falta de que cada parte tomara la pluma y firmara el nuevo contrato. En contra de su voluntad, y parafraseando al propio presidente, se tiró a la piscina creyendo que había agua cuando ésta estaba completamente vacía. Castro no supo, o no pudo, hacer gala de su larga experiencia en el mundo del fútbol y los hermanos Rakitic lo dejaron claramente en fuera de juego. No obstante, el de Utrera supo solventar la situación y sacar una buena tajada económica por un jugador de muchísimos kilates que dentro de pocos meses quedaba amparado por la ley para negociar libremente su futuro por la terrible cantidad de cero euros. La actitud del jugador le ha dolido y molestado, mucho, pero Castro ha sabido anteponer el cargo de presidente a los sentimientos personales y ha ofrecido al jugador una salida más que decorosa del club en la que el croata ha demostrado que es sevillista y lleva el escudo grabado en el alma –sus sentimientos no son discutibles– aunque no despejó las incógnitas sobre por qué donde dijo digo dijo Diego. Como presidente del club, este lunes le daba la mano, le sonreía, le deseaba toda la suerte del mundo y abría las puertas del estadio para que los aficionados pudieran darle la última ovación al ídolo. Abonos. Castro también ha querido apaciguar las aguas de la afición en la nueva campaña de abonos. La eliminación del denominado carné infantil el pasado verano fue uno de los puntos que más dolores de cabeza provocó al consejo de administración. Muchos sevillistas montaron en cólera cuando vieron como muchos niños pasaban a pagar lo mismo que un adulto a pesar de que no tuvieran que pasar por la taquilla en los partidos declarados fuera de abono. Al rebufo del título de la Liga Europa, unos precios competitivos para el aficionado seguro que animan a sacar el abono a aquellos que hasta hace poco tenían sus dudas. Castro quiere volver a ver lleno el Ramón Sánchez-Pizjuán con asiduidad como ocurrió las temporadas de los dos primeros títulos europeos. También ha apostado por un nuevo director de marketing, Ramón Loarte. Un joven al tiempo que experto que intentará sacar el máximo partido a la marca Sevilla FC. Otro de los aciertos de José Castro es haber involucrado nuevamente en la causa a José María Cruz, que vuelve a ocupar el puesto de director general que había dejado hace no demasiado tiempo. Cruz fue uno de los hombres fuertes del club durante la etapa más gloriosa de José María del Nido y José Castro quería tener toda su valía y talento a su lado. Le costó convencerlo porque Cruz era reacio a depender nuevamente de si entraba el balón para ser valorado profesionalmente. Son sus primeros seis meses, vendrá seguro épocas duras y sinsabores deportivos. Pero Castro ha dejado muy claro, que lo suyo es el consenso.

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