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Seises bajo el dintel carretero

Los seises, los altares en los escaparates y zaguanes y el romero. Las fiestas de la primavera llegan a uno de sus puntos más álgidos: El Corpus. Este año las portadas representan la Iglesia de La Carretería
Foto: Juanma Rodríguez

el 15 sep 2009 / 04:26 h.

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Los seises, los altares en los escaparates y zaguanes y el romero. Las fiestas de la primavera llegan a uno de sus puntos más álgidos: El Corpus. Este año las portadas que custodian la entrada a la plaza de San Francisco representan la iglesia de La Carretería que cumple 250 años.

Si el homo hispalensis tiene algo claro es que sus tradiciones son sagradas, y nunca mejor dicho. Los orígenes de la festividad del Corpus en la ciudad se remontan a principios del siglo XV, según los datos que se tienen y conservando hasta hoy -con ligeros cambios- el mismo recorrido que entonces. Las mismas calles, los mismos balcones con colgaduras y si apuran, hasta los mismo altares.

No importa que en el calendario aparezca como festivo y siempre sea sinónimo de puente para los profanos. El bullicio se deja notar desde la tarde anterior a la efeméride. Y como publicó el Papa Urbano IV en su bula Transiturus de hoc mundum, siempre debe coincidir con el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad. Las figuras del Niño Jesús vestido de seise, las espigas, la copa de vino y las uvas, algún cuadro de la Pastora, y todo esto sin que falte el romero.

Con este contexto histórico y cultural, este año la hermandad de La Carretería vivirá una de las estampas más emotivas y que seguro quedará en la retina de los hermanos de esta corporación del Viernes Santo: la Custodia pasará bajo el dintel de su iglesia. Bajo esta idea, la delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro, y el hermano mayor de la hermandad, José María Sáinz, presentaron ayer el boceto de las portadas, que se están levantando en la Plaza de San Francisco, por las que discurrirá la procesión el próximo jueves 22 de mayo.

Como es habitual, las portadas se inspiran en la fachada de algún edificio religioso de la ciudad, en esta ocasión el templo de La Carretería, ubicado en el barrio del Arenal más concretamente en la calle Real de La Carretería (antigua Valflora). Para esta ocasión no hubo concurso público ni sugerencia más apropiada que la solicitud de la propia hermandad a Fiestas Mayores al cumplirse en breve el 250 aniversario de la construcción de la Iglesia.

El lugar que se eligió para labrar el templo fue un antiguo almacén comprado por la corporación al Cabildo Eclesiástico y que, en 1753, fue derribado para comenzar la obra. Poco después, compraría a la fábrica de la iglesia de San Isidoro de Sevilla otro terreno colindante, que será transformado más tarde en varias instancias como la sacristía, la sala de cabildos, el almacén para los pasos procesionales y enseres, y hasta en la vivienda del capiller.

Los planos del edificio parecen ser obra de Juan Nuñez, maestro mayor de obras de la Catedral tras el gran terremoto -léase el de Lisboa- el 1 de noviembre de 1755. Precisamente la vinculación de La Carretería al gremio de los toneleros procede de la aportación que tuvieron estos para que la obra de la futura iglesia pudiera terminarse en los plazos establecidos.

La Plaza de San Francisco y la del Salvador serán adornadas con elementos vegetales y florales propios de El Corpus. También se instalarán mástiles con gallardetes y se e xtenderán plantas aromáticas -romero- a lo largo del itinerario de la procesión.

Además, para evitar que la cabeza alcance a la cola por el alto número de participantes, como ocurrió el año pasado, se ampliará el recorrido. Los cambios serán la calle Francos por Álvarez Quintero y Argote de Molina por Placentines.

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